La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) llamó hoy a los legisladores a aprovechar esta oportunidad para aprobar la Ley de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, iniciativa que dicen a permanecido por una década fuera de la agenda del Congreso.
En una carta en la que dan a conocer sus reflexiones sobre el proyecto de Ley de Partidos, y la iniciativa sobre Régimen Electoral, los obispos insistieron en la necesidad de que, en el caso de este último proyecto, sea aprobado en el Congreso a los fines de que se “ le ponga fin al dispendio de recursos en la vida política partidista y que paute el financiamiento y los tiempos de las campañas proselitistas”.
Asimismo, exhortaron a los políticos a que antepongan el bien de la patria a sus intereses particulares, tras indicar que el país espera «de ustedes, no el estrépito de sus luchas internas, sino una búsqueda aunada y firme de soluciones a los problemas que nos agobian y que podrían perturbar la paz de todos los dominicanos».
«Entendemos que nuestros legisladores tienen el reto y el desafío de romper esa prolongada espera y asumir la responsabilidad con el criterio consensuado por todos y cada uno de ellos, y que responda a los principios democráticos del ejercicio partidario», enfatizaron.
A continuación la reflexión de los obispos dominicanos:
Proyectos de la Ley de Partidos Políticos y Ley Electoral
Como pastores que escuchamos las voces de muchas personas que se nos han acercado, para que, ante el proceso de la aprobación de la Ley de Partidos Políticos y la propuesta de reforma a la Ley Electoral, demos nuestro parecer sobre estas normas que han de reglamentar el funcionamiento de los Partidos y de la Junta Central Electoral, y que es un reclamo que se encuentra en la agenda del Congreso Nacional desde hace años.
El tema de las elecciones, ha sido una preocupación constante de parte de los Obispos católicos de la República Dominicana; una vez que el ejercicio del sufragio aparece en nuestra Constitución como un derecho de ciudadanía y un deber (arts. 208, 22.1 y 75.2 de la Constitución Dominicana), así como una manifestación de la expresión más excelsa de la soberanía popular junto al respeto de la dignidad humana, la libertad y el Estado de Derecho.
En el año 2016, la Conferencia del Episcopado Dominicano expresaba: “Por otra parte pedimos encarecidamente y sugerimos que, pasadas las elecciones del presente año, el Congreso se esfuerce con sinceridad, con seriedad y responsabilidad a elaborar y aprobar la Ley de Partidos Políticos para una mayor transparencia y ordenamiento en el quehacer político y para el fortalecimiento de nuestra democracia”(Mensaje del 27 de febrero “Próximas Elecciones y Otras Urgencias”, numeral 14). Esta democracia, que tanto ha costado al país conquistar, sostener y hacer crecer, ha de motivar a que cada partido esté en la libertad de escoger la modalidad de elecciones internas que considere conveniente.
De igual manera, el pasado 27 de febrero 2018, hablando acerca del valor de la paz reiteramos que: “perturba el ambiente de paz en nuestra Nación, la falta de una Ley de Partidos que garantice la transparencia, el control y el uso de los recursosestatales, la participación de la mujer y la representatividad de sectores excluidos en las contiendas electorales entre otros. ―Y expresamos― Estos son males y realidades que nos arrebatan la paz”. (Mensaje “La impostergable urgencia de vivir en valores”)
En cuanto a la Junta Central Electoral, recordamos como ya dijimos en el numeral 7del Mensaje: “Por favor digan algo”, del 26 de enero del 2004: “Es un deber suyo disipar toda clase de dudas a base de integridad, transparencia, eficiencia, eficacia y responsabilidad”.
Entendemos que no se puede forzar a la Junta Central Electoral, a la que todos debemos dar nuestro voto de confianza, para que tenga que llevar a cabo tantas elecciones en un mismo año o en unos pocos meses sucesivos.
Nos preguntamos qué hacer frente a esta situación,y por ello consideramos pertinente algunas sugerencias.
En primer lugar, sobre la Ley de Partidos Políticosque ha sido tan esperada por la sociedad y dejada durante más de una década fuera de la agenda del Congreso, siempre anunciada más siempre postergada; esta es la oportunidad de su aprobación, no la desaprovechemos.Entendemos que nuestros legisladores tienen el reto y el desafío de romper esa prolongada espera y asumir la responsabilidadcon el criterio consensuado por todos y cada uno de ellos, y que responda a los principios democráticos del ejercicio partidario.
En segundo, lugar sería la aprobación de unaLey de Campaña Electoral, esperando que“leponga fin al dispendio de recursos en la vida política partidista y que paute el financiamiento y los tiempos de las campañas proselitistas”. (Mensaje “50 años de elecciones democráticas y otras cuestiones”, del 27 de febrero 2012,numeral 34).El documento del 2012pone la mirada en el fortalecimiento de la democracia donde líderes políticos abran el horizonte de la participación a nuevas estructuras emergentes y al liderazgo renovado.
En tercer lugar, aspiramos a que desaparezcanradicalmente las prácticas corruptas del enriquecimiento ilícito,a través del ejercicio de la política,buscando equidaden el gasto, en el uso de los medios de comunicación, así como en la inversión legal de los recursos del Estado y la administración de encuestas científicas y comprobadas fuera de toda manipulación.
En cuarto lugar, invitamos a que nuestras campañas políticas favorezcan el debate de los candidatos,a fin de que se reduzca el tiempo de campaña, y que la población sea debidamente edificada respecto a la oferta programática de cada partido y candidatos.
A los Partidos Políticos pedimos una vez más que antepongan siempre el bien de la patria a sus intereses particulares. No perdamos el horizonte del bien común. La Nación espera de ustedes, no el estrépito de sus luchas internas sino una búsqueda aunada y firme de soluciones a los problemas que nos agobian y que podrían perturbar la paz de todos los dominicanos.
Santo Domingo, 16de mayo del año 2018.
Les bendicen,
† Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez,
Arzobispo emérito de Santo Domingo
† Diómedes Espinal De León,
Obispo de Mao-Montecristi
Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano
† Héctor Rafael Rodríguez Rodríguez, M.S.C.,
Obispo de La Vega
Vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano
† Francisco Ozoria Acosta,
Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Primado de América
† Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez,
Arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros
† José Dolores Grullón Estrella,
Obispo de San Juan de la Maguana
† Gregorio Nicanor Peña Rodríguez,
Obispo de Nuestra Señora de La Altagracia, Higüey
† Julio César Corniel Amaro,
Obispo de Puerto Plata
† Fausto Ramón Mejía Vallejo,
Obispo de San Francisco de Macorís
† Andrés Napoleón Romero Cárdenas,
Obispo de Barahona
† Víctor Emilio Masalles Pere,
Obispo de Baní
†Santiago Rodríguez Rodríguez
Obispo de San Pedro de Macorís
† Carlos Tomás Morel Diplán
Obispo Auxiliar de Santiago de los Caballeros
† Ramón Benito Ángeles Fernández
Obispo Auxiliar de Santo Domingo
Secretario General de la Conferencia del Episcopado Dominicano
† Jesús Castro Marte
Obispo Auxiliar de Santo Domingo
† Faustino Burgos Brisman, C. M.,
Obispo Auxiliar de Santo Domingo
† Ramón Benito De La Rosa y Carpio
Arzobispo emérito de Santiago de los Caballeros
† Fabio Mamerto Rivas Santos, S.D.B.,
Obispo emérito de Barahona
† Jesús María De Jesús Moya,
Obispo emérito de San Francisco de Macorís
† Antonio Camilo González,
Obispo emérito de La Vega
† Rafael L. Felipe Núñez,
Obispo emérito de Barahona
† Pablo Cedano Cedano,
Obispo Auxiliar emérito de Santo Domingo
† Valentín Reynoso Hidalgo, M.S.C.,
Obispo Auxiliar emérito de Santiago de los Caballeros