Obispos llaman a que se promueva honestidad

Obispos llaman a que se promueva honestidad

Obispos dominicanos miembros de la Conferencia del Episcopado.

También critican la ambición desmedida de riquezas que conduce a la explotación desproporcionada de los recursos naturales

La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) llamó a promover la honestidad y abandonar el individualismo que es la raíz de muchos males de la sociedad y que destruyen la vida.

Igualmente clamó por la unidad para la solución de males de larga historia como la corrupción, la pobreza extrema, la falta de empleos dignos, la proliferación de la economía informal, la deficiencia en servicios de salud, educación, agua electricidad y transporte.

“A todo ello hay que sumarle el auge de la delincuencia común en cuya raíz encontramos diversos factores como un sistema socioeconómico excluyente, la desintegración familiar”, expresan los obispos en su Carta Pastoral por motivo del Día de Nuestra Señora de La Altagracia, titulada “La sinodalidad, camino de identidad eclesial”.

También critica la ambición desmedida de riquezas como la fuente que conduce a la explotación desproporcionada de los recursos naturales.

En el documento los obispos explican que la sinodalidad “consiste en recrear y dinamizar nuevos espacios que propicien el encuentro de comunión y participación entre todos” los actores de la sociedad, entre ellos, la familia, parroquia, vida consagrada, los movimientos apostólicos, comunidades y diócesis.

Manifiestan que una Iglesia sinodal asume los desafíos de cada persona y de cada época, así como los gozos, esperanzas, tristezas y angustias de los “hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren”, promoviendo la honestidad, el diálogo, el amor, el respeto, la confianza, la justicia, la paz y el cuidado de la casa común.

Los obispos invitan a “abandonar el egoísmo y salir al encuentro del otro, a pasar del individualismo que divide a la comunión que unifica, a propiciar la creación de espacios para la participación equitativa de los bienes económicos en todos los niveles de la sociedad, colaborando con las autoridades, instituciones y personas en la búsqueda del bien común”.

Expresan que todas las personas son necesarias en la construcción de un mundo más justo, más humano y solidario, donde cada ser humano aporte desde el lugar donde se encuentre. “Es el momento de restaurar la ética de la fraternidad y de la solidaridad”, donde nadie debería ser descartado con acciones que atenten contra la vida.

Plan pastoral

En su manifiesto los obispos destacan que ante la persistencia de los problemas sociales citados, el Plan Nacional de Pastoral como un instrumento de la “Iglesia en salida” que busca responder al desafío de promover “una evangelización nueva, misionera y planificada” que, partiendo de la realidad, congrega a múltiples agentes de pastoral y movimientos apostólicos entorno a unos propósitos comunes, “dando como resultado una Iglesia que vive e intenta vivir la comunión y participación”.

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