Obra “Las cosas extraordinarias” puesta en escena

Obra “Las cosas extraordinarias” puesta en escena

Siempre hemos escuchado que el teatro debe ser divertido. Ciertamente así es, pero diversión no necesariamente significa evasión, el buen teatro puede abordar un tema existencial, una denuncia social un drama, y no por ello dejar de ser divertido.

La obra del dramaturgo inglés Duncan Mac Millann “Las Cosas Extraordinarias”, es un monólogo entretenido, una especie de tragicomedia que aborda el tema de la depresión y el suicidio, pero no desde la tragedia propiamente, dando lugar a la esperanza a ver la luz al final del túnel.

La protagonista de la historia narra el drama vivido cuando era una niña de siete años, al enterarse del intento de suicidio de su madre, suceso que marcó sus expectativas de vida.

En su propuesta el dramaturgo inglés Duncan Mac Millann, -y este es su mayor aporte- nos muestra cómo esa niña enfrentó la depresión, producto de tan trágico momento, y descubre que aun la vida puede ser bella, y entonces, elabora una lista de innumerables cosas extraordinarias, alegrías, tristezas y placeres que no siempre tenemos presente, pero que dan sentido a la vida y ayudan a salir de ese estado de desaliento, en definitiva, las cosas por la que vale la pena vivir.

La mención del “Efecto Werther”, fenómeno de la conducta que ve el suicidio como forma de liberarse del sufrimiento, que toma su nombre de la obra de Johann Wolfgang von Goethe “Las Penas del joven Wether”, es un referente.

En el bar Juan Lockward del Teatro Nacional, convertido en una especie de teatro arena cubierto, tiene lugar este monólogo que significa un verdadero reto para la actriz, Xiomara Rodríguez.

Su actuación es orgánica, en la que se decanta la expresividad elocuente del rostro, y su constante movimiento es un juego escénico que involucra al público, logrando una interacción permanente.

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Obras

En algunos momentos se producen escenas dialogadas en un rompimiento total de la cuarta pared, en las que el público se convierte en un colectivo teatral.

Esta obra ha dado la oportunidad a Xiomara Rodríguez de mostrar su talento, en el que destaca su histrionismo y versatilidad.

La puesta en escena adiciona elementos que enriquecen la propuesta, la música es parte vital, un golpe de efecto creativo que acerca la historia a nuestro entorno.

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El director Ismael Rodríguez pauta cada escena, imprime un ritmo constante que mantiene al público absorto, entretenido, capaz de acompañar a la actriz y compartir su deseo al cantar de Nino Bravo su canción “Libre”, (“Yo soy libre como el sol cuando amanece”) una sutil y hermosa alegoría.

Para llevar una obra a escena, es necesario unir voluntades, Raúl Méndez, productor general y Frank Ceara, productor ejecutivo, logran su propósito.

El director Ismael Rodríguez con buen criterio, unifica los elementos de la puesta en escena, pero finalmente será de la actriz elemento único e insustituible, de la que dependerá el éxito de la obra, Xiomara Rodríguez con su buen hacer consigue el objetivo y trasciende.

El teatro es el mejor entretenimiento, los invitamos a disfrutar de esta obra y celebremos la vida, más preciada que nunca en estos tiempos difíciles.