Ofensiva diplomática domínico-caribeña ante G7

Ofensiva diplomática domínico-caribeña ante G7

Guillermo Caram entiende que en la República Dominicana se debe hacer una economía más balanceada y que para que la nación esté "blindada" económicamente se necesita de la producción.

RD debe liderar la implementación de la iniciativa B3W del G7

El G7 reunido en junio pasado en Cornualles, Inglaterra, acogió una iniciativa del presidente norteamericano para establecer un programa de infraestructura para la reconstrucción de un mundo mejor luego de la pandemia; conocido como B3W por sus siglas en inglés: Build Back Better for the World.

Dada nuestra posición geográfica, socioeconómica y cultural, y los antecedentes, pudiéramos liderar una ofensiva diplomática en apoyo a esta iniciativa y procurar para el Caribe la cuota de recursos que le corresponde.

Recordemos que G7 reúne, en orden alfabético, a Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.

Importantes precedentes debieron gravitar sobre el Presidente norteamericano para proponer esta iniciativa, la mayoría identificada con administraciones demócratas.

El nuevo trato (New Deal) que concibió el presidente Roosevelt para encarar la Gran Depresión de los años 30, propició reformas de bancos, ayuda para trabajar y generar empleos, a agricultores y trabajadores ambulantes, etc.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial (WWII), el secretario de Estado del presidente Truman, George Marshall, concibió un plan que llevó su nombre para la reconstrucción de naciones europeas destruidas por el conflicto.

Incluyó provisión de maquinarias, inversiones y préstamos a tasas bajas. El sistema de Naciones Unidas, incluyendo Banco Mundial y FMI, pueden considerarse como parte complementaria de aquella reconstrucción del mundo destruido por la WWII
Posteriormente, en 1961, el también presidente demócrata John F. Kennedy propició la Alianza para el Progreso de Latinoamérica con el propósito de “mejorar la vida de todos los habitantes del continente” mediante programas de educación, estabilización de precios, control de inflación/deflación, distribución del ingreso, reforma agraria y planificación económica.

La Alianza conllevó un papel más protagónico del BID.

Para los 80 la administración republicana del presidente Reagan instituyó la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC), fomentando la economía de la región mediante facilidades arancelarias.

Desde programas domésticos como New Deal, europeos como Plan Marshall, latinoamericanos como Alianza para el Progreso y la ICC para el Caribe, gobernantes norteamericanos han sido artífices de la recuperación.

Y los dominicanos hemos correspondido adecuadamente a ello.

Suscribimos los acuerdos constitutivos de organismos internacionales como Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial.

Si bien no constituimos, por sanciones contra Trujillo impuestas en 1961, la Alianza para el Progreso fuimos protagonistas y suscribientes de la Declaración de Punta del Este que precisó su programa de acción.

De la ICC constituimos un beneficiario paradigmático a través de nuestras zonas francas
Estas experiencias nos acreditan a encabezar una ofensiva diplomática en apoyo a la iniciativa B3W del G7.

Y liderar su implementación para el desarrollo de nuestra región en infraestructura y otros temas que las actuales circunstancias exigen.

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