Las épocas, con todo lo que ellas representan y encierran, no se evaporan ni desaparecen con el paso de los anos, sino con el proceso de desaparición de figuras claves que las representan en sus diferentes manifestaciones.
En el caso de esos años 60 y 70 en los que vivimos los 20 y 30 años de edad en mi generación, podríamos decir que fue nuestra juventud. Fue la época en que le dimos forma a nuestros sueños profesionales y a la elección de pareja. Fueron años en que disfrutamos de gran parte de los regalos que empezamos a recibir de la existencia que nos ha tocado vivir en el planeta tierra. Una de las vivencias que nos permiten eternizar trozos de nuestra existencia, que no quisiéramos que se nos escapen nunca, es la música que coincide con esos años que recordamos con nostalgia. En mi caso particular, la música representa en mi familia una caja de resonancia afectiva para recrear momentos de niñez, adolescencia, de juventud de esos años que deciden el futuro adulto. Para cada época hay varios grupos musicales inolvidables: The Beatles, Bee Gees, Los Angeles Negros, Mocedades, Grupo ABBA etc. En esos años no podemos olvidar películas que dejaron huella con su argumento y su fondo musical: Dr. Shivago, El Padrino, Love Story, The Sound of Music, Al Maestro con cariño, La Misión, y por supuesto Saturday nigth fever y Grease con John Travolta y Olivia Newton John, quien nos acaba de dejar huérfanos de recuerdos de su dulce y juvenil voz asociada a buenos momentos vividos con la gente que más hemos querido en la vida.
Pensando en Olivia, por nacimiento inglesa y nacionalizada australiana, me conecto con lo que fue su niñez en maternal y escuela elemental, donde ella nació, que fue Cambridge, pequeña ciudad universitaria, donde me tocó vivir en parte de mi formación psiquiátrica y mis tres hijos disfrutaron de esa misma experiencia en escuelas públicas como parte de su educación de maternal y primaria.
Le puede interesar: Ariel Jiménez a Abinader: «Las buenas noticias sin mentiras se ven mejor»
Olivia no era una artista cualquiera frívola, pues provenía de una familia exquisitamente educada cuyo abuelo fue Premio Nobel de Física. Su salto al estrellato de la música fue en 1974, cuando participó en Eurovisión, quedando en cuarto lugar. El primero lo ganó ABBA. Por tanto, estamos hablando de músicos y artistas de verdad, cuyos nombres quedaran para la Historia eternamente. Así será para siempre en el recuerdo de mucha gente de mi generación.
Olivia padeció de cáncer de seno desde 1992, sobreviviendo 30 años y dejando para la posteridad una Fundación para beneficiar pacientes de escasos recursos con cáncer. El año pasado dio un testimonio para demostrar el poder de la oración y manifestó públicamente que cuando estaba embarazada de su hija que hoy tiene 38 años estaba en grave peligro de perder la criatura, según sus médicos, y ella hizo una promesa de rezar un Padre Nuestro todos los días para preservar su embarazo que terminó exitosamente alumbrando una niña.