Si notas mal olor ahí abajo, podría haber muchas razones y diferentes opciones de tratamiento para ti.
El portal web Flo recopiló nueve tipos de olor vaginal a pescado y algunas opciones de tratamiento comunes disponibles. Descúbrelos en este artículo.
¿Qué causa el mal olor vaginal?
Puede que lo primero que te preguntes es: ¿qué provoca el mal olor? Hay alrededor de nueve causas comunes del mal olor, cada una con sus síntomas y opciones de tratamiento particulares. En algunos casos, podrás resolver el problema tu misma con remedios caseros, y en otros casos necesitarás tratamiento médico.
Estas son las nueve posibles causas de mal olor en tu vagina.
Vaginosis bacteriana
La vaginosis bacteriana es una de las causas más comunes del mal olor vaginal.
Varios estudios han demostrado que la VB aumenta el riesgo de ruptura prematura de membranas pretérmino (RPMP), parto prematuro e infecciones puerperales (como corioamnionitis y endometritis).
Las mujeres en edad fértil suelen tener VB tras las relaciones sexuales, aunque no es una infección de transmisión sexual. La VB resulta de un desequilibrio bacteriano de la flora vaginal (más frecuentemente Gardnerella vaginalis y Bacteroides).
Si tienes VB, lo más probable es que notes un mal olor después del coito. Los síntomas también incluyen picor y flujo vaginal blanco y fino, sin inflamación.
Aunque la VB es relativamente común, debe ser tratada cuanto antes porque puede aumentar el riesgo de que la mujer tenga otras infecciones genitales e incluso enfermedades de transmisión sexual (ETS). Tu médico te recetará un antibiótico (Metronidazol) para eliminar la infección, y podrá recomendar alguna solución tópica para aliviar los síntomas molestos.
Tricomoniasis u otras ETS
La segunda causa más común del mal olor vaginal son las ETS, como tricomoniasis o Trichomonas vaginalis. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la tricomoniasis es bastante común y afecta a 3,7 millones de personas en los Estados Unidos.
La tricomoniasis, también llamada «tric», no es causada por bacterias vaginales. En su lugar, la causa es una enfermedad parasitaria transmitida entre dos personas durante el coito. Tanto hombres como mujeres pueden tener tric y pueden experimentar síntomas parecidos, como picor dentro o fuera de los genitales y micción dolorosa. No obstante, solo las mujeres tienen el olor desagradable en su zona íntima.
Como ocurre con todas las ETS, la única forma de hacer un criba, diagnosticar y tratar la tricomoniasis es mediante una consulta con tu médico.
Solo el 30 % de las personas con tric mostrarán síntomas, motivo por el cual es importante hacerte pruebas de ETS regularmente con tu médico o ginecólogo si tienes sexo sin protección con parejas diferentes. Los síntomas incluyen: flujo verde-amarillo espumoso y maloliente (puede oler «a pescado») con inflamación («cérvix en fresa»).
Si se deja sin tratar, la tricomoniasis puede conllevar complicaciones más serias, como la enfermedad inflamatoria pélvica, o parto prematuro, si estás embarazada cuando la tengas.
Enfermedad inflamatoria pélvica
Otro motivo por el cual puedes tener un mal olor vaginal es que tengas la enfermedad inflamatoria pélvica. En los Estado Unidos, se estima que hay entre 750 000 y 1 millón de casos anualmente.
La enfermedad inflamatoria pélvica es una infección en la pelvis que ocurre cuando una infección vaginal se extiende hacia arriba a los órganos reproductores, como el útero, las trompas de Falopio o los ovarios.
La enfermedad inflamatoria pélvica está fuertemente asociada con la infertilidad. Aproximadamente, tener 1 episodio de enfermedad inflamatoria pélvica es igual a un 12 % de infertilidad, 2 episodios a un 20 %, y 3 o más episodios a un 40 %.
La enfermedad inflamatoria pélvica está asociada al embarazo ectópico, y el riesgo de embarazo ectópico aumenta entre 7 y 10 veces.
Si tienes la enfermedad inflamatoria pélvica, podrás notar un olor «a pescado» durante el coito
e incluso sangrado durante o después del sexo. Visita a tu médico si tienes cualquier síntoma o si mantienes relaciones sexuales sin protección y no estás en una relación monógama segura.
Candidiasis
Otra causa común del mal olor vaginal es la candidiasis. La candidiasis suele presentar un flujo blanco, espeso y grumoso, y normalmente está causada por la Candida albicans (entre el 80 y 90 % de los casos). El flujo vaginal de la candidiasis también puede tener un olor parecido al pan.
Las infecciones de candidiasis también pueden provocar picor y hacer dolorosa la micción y las relaciones sexuales. Lo típico es que una candidiasis requiera tratamiento con medicamentos antimicóticos (azoles), que normalmente eliminan los síntomas en el plazo de una semana.
En algunos casos, una candidiasis leve puede tratarse con medicamentos sin receta. Siempre es preferible consultar a tu médico si sospechas de que tienes candidiasis porque podrá hacerte una prueba de frotis para identificar el tipo de hongo particular que tienes.
Sudoración excesiva
¿Tiendes a sudar ahí abajo? La sudoración es la manera natural que tiene el cuerpo de enfriarse cuando está sobrecalentado. Casi todos sudamos al hacer ejercicio vigoroso, y algunas personas sudan cuando están estresadas o ansiosas. Las mujeres que sudan en exceso en la zona pélvica puede que tengan un mal olor vaginal.
Hay muchas maneras de tratar la sudoración excesiva, como mejorar tu higiene en general, llevando prendas de telas naturales y vistiéndote en capas.
Los casos extremos de mal olor persistente directamente asociados a la sudoración pueden ser señales de una enfermedad llamada trimetilaminuria. Habla con tu médico si no mejoran los síntomas con lo que haces por tu cuenta para reducir la sudoración excesiva.
Tu dieta puede afectar tu olor vaginal
El olor vaginal de una mujer sana suele resultar del equilibrio natural del pH vaginal. Por eso algunos factores externos, como la dieta o incluso los espermatozoides masculinos en la vagina, pueden afectar el olor vaginal.
Los alimentos tienen niveles diferentes de acidez que reaccionan con la microflora vaginal. Estos son algunos alimentos y bebidas que pueden causar un olor vaginal desagradable:
- especias fuertes
- alimentos ahumados
- cebolla o ajo
- brócoli o espárragos
- bebidas como café o alcohol
Las frutas cítricas, por otro lado, pueden mejorar el olor e incluso el sabor de la vagina femenina. Los estudios realizados también sugieren que una dieta vegetariana puede mejorar el olor vaginal, haciéndolo más suave y agradable.
Higiene inadecuada
En algunos casos, un olor vaginal desagradable puede deberse, simplemente, a una higiene inadecuada. Si tienes mal olor sin flujo, o sin flujo ni picor, quizás podrás resolver el problema mejorando tu higiene.
Una rutina de higiene saludable para tu vagina incluye:
- Limpiarte con movimientos de adelante hacia atrás al orinar y defecar
- Orinar después del sexo
- Cambiarte la ropa interior todos los días, y más veces si sudas
- Usar jabones sin fragancia para lavar la ropa interior
- Usar jabones corporales suaves
Podrás pensar que la mejor manera para eliminar el mal olor vaginal es lavarte vigorosamente por dentro de la vagina, o enmascarar el olor con perfume. En realidad, esto es de las peores cosas que puedes hacer, porque exponer tu vagina a sustancias químicas altera el equilibrio de pH vaginal e incluso puede empeorar el olor y causar infecciones.
Se quedó un tampón insertado demasiado tiempo
Cuando tienes la menstruación, podrás notar un mal olor si te dejas el tampón puesto demasiado tiempo. Cámbiate los tampones y compresas con regularidad, según lo abundante que sea tu flujo menstrual. Evita usar tampones con una absorbencia más alta de la necesaria, porque esto puede provocarte sequedad vaginal.
Si no encuentras o has olvidado un tampón dentro, puede que estés en riesgo de tener el síndrome del choque tóxico (TSS, por sus siglas en inglés), aunque es una enfermedad bastante poco frecuente (entre 1 y 2 de cada 100 000 mujeres).
Si puedes, quítate el tampón lo más pronto posible. Pide una cita con tu médico solo si no te puedes sacar el tampón tu misma, o si lo has llevado mucho tiempo y tienes fiebre alta de forma repentina, vómitos o diarrea y erupciones en las manos y pies.
Ciclo menstrual
A algunas mujeres les cambia su olor vaginal antes de su menstruación; esto está relacionado con los niveles bacterianos y de acidez en la vagina en diferentes momentos del ciclo menstrual.
Cuando tienes la menstruación, la sangre (con un pH elevado) y el recubrimiento uterino se mezclan con la microflora de las paredes vaginales, y esto puede afectar su olor de forma sutil.
Las mujeres también pueden notar un olor leve después de su menstruación, algo normal ¡mientras no sea a causa de un tampón olvidado!
Si tienes la menopausia y notas un mal olor, puede deberse a los cambios hormonales que afectan al olor y también pueden resecar la vagina.
Mal olor vaginal: tratamiento
Si tienes un leve olor sin flujo, quizás puedas tratarlo con remedios caseros:
Usa jabones suaves y sin fragancia
Evita jabones con fragancia, baños de burbujas y desodorantes vaginales, que en realidad pueden agravar los síntomas y desequilibran aún más la flora vaginal. Límpiate la vulva con suavidad, solo con agua o con un jabón sin fragancia. Nunca uses jabones fuertes ni intentes lavarte dentro de la vagina.
Estos son solo algunos de muchos consejos higiénicos para mejorar el olor vaginal.
Evita las duchas vaginales
La ducha vaginal es una práctica que solo debe recetar un médico, en caso necesario. La ducha vaginal puede agravar los síntomas y limitar la capacidad de la vagina para limpiarse a sí misma con el flujo vaginal.
Intenta comer probióticos
Los suplementos de probióticos, o los que contienen los yogures especiales, pueden ayudar al cuerpo a producir y equilibrar sus bacterias saludables.
Si el olor es persistente, o tienes un olor «a pescado» con flujo, los remedios caseros pueden ser inadecuados.
¿Cuándo debes visitar a tu médico?
Si tienes olor vaginal persistente y has intentado mejorar tus hábitos de higiene, puede que sea el momento de visitar a tu médico.
Siempre debes acudir a tu médico cuando el mal olor vaginal viene acompañado de otros síntomas, como picor, sensación de ardor o sangrado.