Olvidar es como asesinar a los nuestros

Olvidar es como asesinar a los nuestros

Marien Aristy Capitán

Olvidar es como asesinar a los nuestros. Desde el 30 de mayo, cuando se conmemoró el 61 aniversario del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, el sátrapa ha ocupado uno de los primeros lugares en las tendencias de la República Dominicana: mucha gente, enardecida, ha hablado sobre él.

La mayoría, como suele suceder, recuerda lo nefasta que fue la era de Trujillo para el país y sus 30 años de crímenes, abusos, tortura y corrupción. Unos tantos, sin embargo, ahora juegan a decir que Trujillo tuvo sus luces y que los presidentes democráticos han sido peores.

Coincidencialmente los que defienden al tirano suelen ser jóvenes, lo que nos lleva a preguntarnos qué están impartiendo en las clases de historia para llegar al punto de que las nuevas generaciones justifiquen a un hombre tan cruel, déspota, asesino, corrupto y misógino. Tal vez sería oportuno que la Academia Dominicana de la Historia revise el currículo junto al Ministerio y el Consejo de Educación.

Además, ahora que el presidente Luis Abinader emitió el decreto 251-22 y declaró de interés nacional la intervención y establecimiento de nuevos museos es oportuno promover los espacios que recuerdan aquella época. No permitamos que el país olvide. Hacerlo es asesinar de nuevo a los nuestros, a los que nos dieron libertad.

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