La Organización Mundial de la Salud (OMS) optó hoy por no declarar de momento una emergencia internacional ante el brote de coronavirus registrado en la ciudad de Wuhan, con más de 600 casos diagnosticados, aunque pidió a China que “aumente la vigilancia” ante una epidemia “de alto riesgo regional y global».
“Aún es demasiado pronto”, afirmó en rueda de prensa Didier Houssin, el presidente del comité de emergencia convocado para estudiar una posible alerta global, descartada por el momento a la luz de las fuertes medidas de contención desplegadas por China coincidiendo con en estos dos días de deliberaciones.
Unas medidas que han incluido cerrar aeropuertos, estaciones de tren y redes de transportes públicos en Wuhan, una metrópoli de 11 millones de habitantes, y similares bloqueos en otras dos ciudades cercanas para dificultar al máximo la salida de sus habitantes en temporada alta de viajes por el Año Nuevo Lunar.
LARGA DELIBERACIÓN
El comité, formado por 16 expertos de varios países, debatió una posible emergencia internacional durante cuatro horas y media el miércoles, continuó hoy durante más de tres, y aunque según Houssin siguió muy dividido, finalmente prevaleció la opción de mantener las medidas de máxima alerta sólo en el interior de China.
“No declarar la emergencia internacional hoy no significa que la OMS no crea que la situación sea grave, o que no la tomemos en serio”, aclaró en la misma conferencia de prensa de hoy el director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien señaló que están siguiendo “minuto a minuto” la evolución de la epidemia.
Al subrayar que “el brote es un riesgo muy alto en China, y alto a nivel regional y global”, Tedros resaltó que la OMS por ahora no recomienda restricciones a los viajes o al comercio mayores de las que por ahora ha dictado China.
Sí aconsejó que se pongan en marcha controles sanitarios en las salidas de los aeropuertos, y que todos los países “pongan en marcha medidas encaminadas a detectar posibles casos de coronavirus, también en instalaciones sanitarias».
A la población general le aconsejó medidas de prevención básicas, como lavarse las manos o cubrirse la boca y la nariz al estornudar.
CHINA SÍ DEBE MANTENERSE EN MÁXIMA ALERTA
El comité de emergencia animó por su parte a China a seguir brindando información sobre las medidas de contención, y a aumentar la vigilancia especialmente en los días de vacaciones por el Año Nuevo Lunar (que se inicia el sábado 25 de enero), en las que cientos de millones de personas viajan por el país y el riesgo de contagio puede aumentar.
También le animó a colaborar con la OMS y otras instituciones en la investigación de un coronavirus del que los expertos admitieron desconocer aún “su origen, su velocidad de transmisión, su estructura o incluso su nivel de peligrosidad”, en palabras de Tedros.
En el Foro de Davos (Suiza), el científico Jeremy Farrar, experto en epidemiología de Asia Oriental, señaló hoy que el virus podría provenir de murciélagos y haber pasado a otros animales, expresando preocupación por el hecho de que haya cruzado la barrera de especies tan rápidamente y ahora se den incluso transmisiones entre humanos.
DECENAS DE NUEVOS CASOS DIARIOS
Las autoridades chinas confirmaron hoy más de un centenar de nuevos casos, que elevan a más de 600 los afectados por un virus que por ahora ha causado 17 fallecidos, todos ellos en ese país.
Fuera de China, el virus se ha diagnosticado en pacientes de Tailandia, Corea del Sur, Japón, Taiwán, Estados Unidos, Singapur y Vietnam, en su mayoría procedentes de la zona de Wuhan, ciudad central china a orillas del río Yangtsé, donde se sospecha que los primeros casos se originaron en un mercado de pescado local.
Los síntomas del nuevo coronavirus, denominado provisionalmente por la OMS 2019-nCoV, son en muchos casos parecidos a los de un resfriado, pero pueden venir acompañados de fiebre y fatiga, tos seca y disnea (dificultad para respirar).
La Organización Mundial de la Salud se reserva la posibilidad de volver a convocar el comité en el futuro con el fin de debatir nuevamente una eventual emergencia internacional, que supondría la puesta en marcha de mayores medidas preventivas a nivel global.
De ser así, sería la sexta vez que se declarara este tipo de emergencia internacional, tras las que la OMS declaró ante el brote de gripe H1N1 en 2009, los de ébola en África Occidental (2014) y en la República Democrática del Congo (2019), el de polio en 2014 y el de virus zika en 2016.