El gobierno venezolano registró 5.287 muertes durante operativos de seguridad el año pasado, informó el jueves la comisionada de derechos humanos de las Naciones Unidas, quien denunció una elevada cifra de homicidios extrajudiciales.
El informe de Michelle Bachelet, que abarca los últimos 18 meses, se publica después de su viaje al país sudamericano en junio y se basa en más de 550 entrevistas realizadas por su oficina de defensores de derechos humanos, víctimas, testigos de violaciones a los derechos y otras fuentes.
Bachelet y sus equipos tuvieron cerca de 160 reuniones con actores del Estado y de otro tipo. La misma Bachelet, expresidenta de Chile, se reunió con el presidente Nicolás Maduro el mes pasado.
Las autoridades del gobierno de Maduro contabilizaron 5.287 muertes durante operativos de seguridad que fueron clasificados como “resistencia a la autoridad», además de otras 1.569 este año hasta el 19 de mayo, indica el reporte. También menciona números independientes del Observatorio Venezolano de Violencia de al menos 7.253 de homicidios del tipo el año pasado, además de al menos 2.124 entre enero y mayo de este año.
“La proporción de presuntas ejecuciones extrajudiciales cometidas por las fuerzas de seguridad, en particular por las Fuerzas Especiales (FAES), en el contexto de las operaciones policiales ha sido sorprendentemente elevada», señala la oficina de Bachelet.
Los entrevistados se referían de manera constante a las FAES como “escuadrón de la muerte» o “grupo de exterminio». Las ONG dicen que las FAES son responsables de cientos de asesinatos. Entre más de 20 recomendaciones en temas como garantizar la libertad de prensa y proporcionar atención médica adecuada, Bachelet exhortó a desarmar y disolver los grupos armados partidarios del gobierno, conocidos como “colectivos».
El reporte de un observador ostensiblemente imparcial como Naciones Unidas se publica cuando la crisis política interna de Venezuela en años recientes ha dividido a la comunidad internacional. Más de 50 países, entre ellos Estados Unidos, muchos vecinos sudamericanos de Venezuela y naciones europeas, han reconocido a Juan Guaidó como el líder legítimo del país, aunque Maduro permanece en el poder.