Ginebra. EFE.
El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, condenó ayer el ataque del ejército israelí contra un convoy médico y de emergencia el 23 de marzo en Rafah (sur de Gaza), que resultó en la muerte de 15 trabajadores humanitarios cuyos cuerpos, enterrados en las proximidades, tardaron ocho días en ser encontrados.
El incidente “genera serias dudas sobre la actuación del ejército israelí durante y después del incidente”, señaló Türk y recordó que los vehículos, estaban identificados como de servicio humanitario.