La ONU llamó hoy a retomar la ayuda al desarrollo para Afganistán, paralizada por muchos países tras la toma del poder por parte de los talibanes, con el fin de dar respuesta a una grave crisis que amenaza la vida de millones de personas.
“Está claro que hace falta reanudar cierto apoyo al desarrollo”, dijo el jefe humanitario de Naciones Unidas, Martin Griffiths, en un discurso ante el Consejo de Seguridad, aproximadamente un año después del cambio de Gobierno en el país y de la salida de las tropas internacionales.
Griffiths recordó que el grueso de la ayuda al desarrollo lleva paralizada desde entonces y que la pobreza y el hambre entre los afganos no ha hecho más que empeorar en ese periodo.
Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros, optaron por cortar este tipo de cooperación tras la llegada al poder de los talibanes, aunque siguen facilitando apoyo humanitario a la población.
Sin embargo, según subrayó Griffiths, la ayuda humanitaria no es suficiente y es necesario retomar la cooperación al desarrollo para que las autoridades puedan ofrecer servicios básicos a la población y evitar así “una catástrofe aún mayor que la vista en los últimos meses».
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“La ayuda humanitaria nunca podrá reemplazar la provisión de servicios completos a 40 millones de personas en todo el país”, insistió. Actualmente, según datos de la ONU, 19 millones de personas sufren en Afganistán niveles graves de inseguridad alimentaria y, de ellos, 6 millones están en riesgo de hambruna.
Se calcula que unos 3 millones de niños sufren malnutrición severa, incluidos alrededor de un millón de casos muy graves, en los que la vida del menor corre peligro, y ocho de cada diez afganos bebe agua contaminada, lo que multiplica el riesgo de enfermedades.
Según las estimaciones de Naciones Unidas, más de la mitad de la población -unos 24 millones de personas- necesita ayuda humanitaria.
“Todas estas cifras son devastadoras y difíciles de comprender. Nos preocupa que pronto sean peores. Una vez que llegue el frío, los precios de alimentos y combustibles, ya altos, se dispararán y las familias tendrán que elegir entre alimentar a sus niños, enviarlos a la escuela, llevarlos al médico cuando enfermen o mantenerlos calientes”, avisó Griffiths.
El Consejo de Seguridad abordó este lunes la cuestión de Afganistán a petición de Rusia, que culpó exclusivamente a Estados Unidos y sus aliados de la trágica situación que vive el país.
“Todos hemos visto cómo Washington ha tratado de responsabilizar del fracaso de su guerra de 20 años a las autoridades actuales”, dijo el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, que denunció que durante la presencia estadounidense Afganistán se convirtió en “caldo de cultivo” para el terrorismo y la producción de drogas.
Nebenzia calificó además como “irresponsable” la política de Occidente de condicionar las relaciones con Kabul al respeto de los derechos humanos, en especial de las mujeres, por parte de los talibanes.