El secretario general de la ONU, António Guterres, entregó este lunes a Rusia una propuesta para extender, mejorar y ampliar el llamado Acuerdo del Mar Negro, que facilita la exportación de cereales ucranianos y cuya continuidad ha sido puesta en cuestión por Moscú.
Guterres trasladó esa oferta en una reunión en Nueva York con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, a quien entregó una carta dirigida al presidente del país, Vladímir Putin, según explicó Naciones Unidas en un comunicado.
La organización dijo que, en paralelo, se han remitido cartas similares a los otros dos firmantes del acuerdo- Ucrania y Turquía.
Según la ONU, la propuesta tiene en cuenta posturas expresadas recientemente por las partes del acuerdo y los riesgos que plantea la inseguridad alimentaria a nivel global.
En semanas recientes, el Gobierno ruso ha puesto en duda la continuidad del pacto, asegurando que el compromiso que Naciones Unidas hizo en paralelo para tratar de facilitar sus exportaciones agropecuarias, sobre todo de fertilizantes, no está dando resultados.
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La ONU dijo que Guterres “tomó nota” en la reunión de este lunes de las “preocupaciones expresadas” por Rusia en este ámbito y presentó un informe detallado de los progresos alcanzados hasta ahora, al tiempo que renovó su compromiso a seguir trabajando para resolver las cuestiones pendientes.
Además, el jefe de Naciones Unidas expresó su preocupación por los “recientes obstáculos” en las operaciones del centro que se encarga de gestionar la entrada y salida de buques para cargar cereal en puertos ucranianos.
La ONU ya había advertido en los últimos días de los problemas que se estaban detectando a la hora de llevar a cabo las inspecciones pactadas y que han derivado en una importante acumulación de barcos que esperan en aguas turcas.
Según la organización, desde la puesta en marcha del acuerdo lo habitual había sido que las autoridades portuarias ucranianas propusieran el orden en que se inspeccionaban los buques, pero en las últimas semanas han surgido “distintas opiniones” sobre esta práctica y ello ha llevado a retrasos.
Rusia, mientras, ha culpado a Ucrania y a la ONU de esos problemas con la aplicación del Acuerdo del Mar Negro.
El pacto fue sellado originalmente en julio del año pasado por Ucrania y Rusia con el apoyo de Turquía y Naciones Unidas, y ya ha sido prorrogado en dos ocasiones, la última el pasado 18 de marzo por un periodo de solo 60 días por insistencia de Moscú, que se opuso a que fuera de 90 días.