ONU vota contra clonación humana

ONU vota contra clonación humana

NACIONES UNIDAS (EFE).- La Asamblea General de la ONU adoptó ayer una declaración no vinculante que urge a los gobiernos a adoptar medidas para prohibir todas las formas de clonación humana incluidas las que tienen como finalidad la investigación médica.

Con una Asamblea fuertemente dividida, la declaración fue aprobada con 84 votos a favor, 34 en contra y 37 abstenciones, lo que representa una victoria para EEUU y Costa Rica, que lideran en la ONU la campaña contra todo tipo de clonación humana.

En el documento, se prohíben «todas las formas de clonación humana en la medida en que sean incompatibles con la dignidad humana y con la protección de la vida humana».

Los Estados miembros habrán de adoptar todas las medidas necesarias para proteger la vida humana en la aplicación de las ciencias biológicas y para prohibir la aplicación de las técnicas de ingeniería genética que pueda ser contraria a la dignidad humana, según el texto.

En la votación se obtuvieron resultados parecidos a la declaración presentada por Honduras ante la Comisión para Asuntos Legales, donde fue aprobada el 18 de febrero pasado.

En esa ocasión, 71 países se manifestaron en favor de la prohibición total de la clonación humana, 35 en contra y 43 se abstuvieron.

Algunos países han cambiado de posición, entre ellos España que hoy se manifestó en contra, después de haberse abstenido en febrero y tras haberla apoyado en anteriores ocasiones, cuando el gobierno de ese país europeo estaba presidido por José María Aznar, del Partido Popular (conservador).

Los países que se oponen a la medida, encabezados por Bélgica, Reino Unido y China, manifestaron que el texto no es vinculante.

Este grupo es favorable a la prohibición de la clonación humana con fines reproductivos, pero propugna que cada país regule a través de sus legislaciones nacionales la clonación de células humanas para la investigación de enfermedades como el Alzheimer, el cáncer o la diabetes.

Algunas de las delegaciones contrarias al texto subrayaron que el término «vida humana» empleado en la declaración es ambiguo y puede dar lugar a diversas interpretaciones.

«La Asamblea General ha perdido la oportunidad de adoptar una Convención que prohíba la clonación reproductiva por la intransigencia de aquellos que no están dispuestos a reconocer que otros estados soberanos – después de un amplio diálogo y un proceso democrático apropiado – puedan permitir una aplicación estrictamente controlada de la clonación terapéutica», dijo el embajador británico, Emyr Jones Parry.

Al explicar su voto, el representante permanente adjunto de España, Iñigo de Palacio, señaló que el texto no recoge las diferencias fundamentales y conocidas que existen entre la clonación reproductiva y la clonación con fines terapéuticos.

De Palacio aclaró que el gobierno español se opone a la clonación reproductiva de seres humanos, «pero su postura es distinta en lo que se refiere a la clonación con fines terapéuticos, que es probable sea contemplada de forma positiva en el proyecto de la futura Ley de Investigación Biomédica» que será presentada al Parlamento.

China, que también votó en contra, dijo que la prohibición que contempla el texto puede ser malinterpretada y que la declaración no incluye las diferentes posiciones por razones éticas, morales y religiosas.

Para Estados Unidos, Costa Rica, Honduras e Italia, que son algunos de los países que más se han movilizado en contra de la clonación con fines reproductivos, el resultado de la votación constituye una victoria, aunque solo sea simbólica puesto que no es de obligado cumplimiento.

Según el embajador de Costa Rica, Bruno Stagno, se ha dado «un paso histórico» con esta declaración que reconoce que la clonación con fines terapéuticos «implica la creación de vida humana para destruirla».

Buena parte de las abstenciones correspondieron a países musulmanes y algunos como Suráfrica, cuya delegación explicó que entiende que la clonación terapéutica está dirigida a proteger la vida humana y por tanto no se contradice con la declaración, aunque mantendrá un control estricto sobre esa práctica.

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