Ante los impactos externos del alza del petróleo y de los altos costos logísticos y su incidencia en las presiones inflacionarias internas, era de esperar el cambio de postura hacia la normalización de la política monetaria, como una manera de garantizar la estabilidad de precios, este último pilar fundamental de nuestros fundamentos macroeconómicos.
Definitivamente los estímulos monetarios de casi 5% del PIB, unos RD$215,000 millones de facilidades de liquidez permitieron que la banca múltiple jugara un rol protagónico vía el crédito en moneda nacional al sector privado, con una disminución de 400 puntos básicos en las tasas de interés. Esto permitió la refinanciación y reestructuración de más del 50% de la cartera, en mejores condiciones para aliviar la carga financiera de las Mipymes y los sectores productivos y los hogares.
Como aclaró el Banco Central de la República Dominicana, las facilidades de liquidez otorgadas por ese organismo permitieron que todas esas reestructuraciones y refinanciamientos se otorgaran a tasas en torno al ocho por ciento y a un plazo de tres años de esas tasas fijas. De manera que esta estrategia marca una diferencia trascendental.
Es importante resaltar que este aumento de la tasa de política monetaria acompañada del retiro gradual de la liquidez que se ha venido operando tiene un canal de transmisión en las tasas de interés bancarias, que se irá reflejando gradualmente, incluyendo en las tasas pasivas, es decir, la que se les paga a los ahorrantes y depositantes.
Un aspecto importante es que la banca múltiple mantiene excelentes niveles de liquidez para continuar apoyando las necesidades de financiamiento de los sectores productivos, pymes y hogares.
En conclusión, desde ABA saludamos las medidas oportunas y previsorias que está adoptando el BCRD en función del balance global de riesgo y en aras del principal activo del clima de confianza y de negocios que necesitan los sectores productivos, la inversión extranjera y los segmentos vulnerables, que son los más afectados con la inflación.
Sin estabilidad no hay crecimiento económico sostenido y ABA es compromisaria de esos objetivos país.
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