Oportunidad para el orgullo

Oportunidad para el orgullo

De las elecciones del domingo solo es admisible un resultado que se corresponda con la voluntad libérrima de los dominicanos, expresada a través del voto. Por conteo electrónico o manual, o por ambos métodos, el único desenlace válido deberá ser la reafirmación de nuestra capacidad para hacer las cosas respetando las reglas de la democracia. Los dominicanos tenemos que poner nuevamente en alto nuestro orgullo de haber podido superar muchos traumas durante la transición desde la dictadura hasta la democracia.
Si en el trillo hacia la institucionalidad hemos logrado vencer a los fantasmas del fraude y el escamoteo, a estas alturas no tiene gracia que los traigamos por las greñas para causar inquietud o zozobra. El dominicano es un pueblo político, actor de primera línea en las escenas más sobresalientes de nuestra vida institucional. Por esa condición merece que se le respete la voluntad.
Concentremos nuestro esfuerzo, la voluntad de todos, hacia el logro del éxito en estas elecciones de naturaleza compleja, organizadas sin herramientas tan necesarias como la ley de partidos y una adecuada ley electoral. Trabajemos para cubrir la falta de esos instrumentos y hagamos un ejercicio sensato de nuestros derechos civiles y políticos, para que una vez más pongamos por lo alto nuestro orgullo de saber administrar nuestro destino de nación.

La sequía como lección de vida

De pronto ha vuelto a abundar el agua, y los embalses de las presas superan las cotas críticas en que los sumergió la intensa sequía. La abundancia provocada por las lluvias ha permitido mejorar el suministro para consumo humano, reanudar cultivos y ha significado un sensible alivio para la ganadería. Pero estos torrentes no deben barrer de nuestra memoria la experiencia vivida por causa de la falta de lluvias. Los trastornos y pérdidas causados por la sequía tienen que servirnos como lección que nos enseñe a moderar nuestro irracional uso de este recurso.
Cada litro de agua debe tener un destino útil y justificable en resultados. Debemos pensar en ampliar nuestros reservorios, hacer lagunas en zonas agrícolas y ganaderas, y tener presente que el agua que tenemos hoy nos puede volver a faltar mañana.

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