Los principales partidos de la oposición mexicana arremetieron este sábado contra el acuerdo migratorio que alcanzó México con Estados Unidos por considerar que el Gobierno mexicano se “rindió” ante la exigencia de “militarizar” la frontera sur.
“El Gobierno de México fue obligado a cumplir con el despliegue de un muro militar en el sur”, criticó a través de redes sociales Marko Cortés, presidente del derechista Partido Acción Nacional (PAN), la segunda fuerza política del país. Aunque admitió que “es positivo para el país que no haya nuevos aranceles a productos mexicanos”, consideró también que “la soberanía y la dignidad de México han sido lastimadas” en este acuerdo negociado con “miedo».
El dirigente panista criticó que este acuerdo convierta a México en “receptores temporales de migrantes deportados que esperan se resuelva su solicitud de asilo” en Estados Unidos. Y exigió al presidente mexicano, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que explique si este pacto “incluye detener el tráfico ilegal de armas de Estados Unidos a México».
“México no debe militarizar su frontera sur. No somos el patio trasero de Donald Trump”, criticó a su vez Ángel Ávila, secretario general del progresista Partido de la Revolución Democrática (PRD). Criticó que el Gobierno de López Obrador “cedió a todos los puntos” exigidos por Estados Unidos, como el despliegue de 6.000 elementos de la Guardia Nacional a la frontera con Guatemala.
Por ello, defendió que lo sucedido esta semana en Washington “no fue una negociación, fue una rendición». Y lamentó que con esto “México rompe una tradición histórica de defensa de los migrantes».
El expresidente mexicano Vicente Fox (2000-2006), siempre muy crítico con López Obrador, también arremetió contra el acuerdo por considerar que “la victoria total fue para Trump». “Ante nuestra debilidad y errores, él logro su propósito- Obligar a López (Obrador) a imponer el muro en México mismo”, reprochó a través de redes sociales.
El que fue presidente con el PAN dijo que la imposición de aranceles fue “una amenaza inventada” y su resultado fue una “pérdida de soberanía” para México. Al menos una cincuentena de senadores del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se han desplazado a la ciudad fronteriza de Tijuana para arropar a López Obrador en el acto para celebrar el resultado del acuerdo con Estados Unidos.