Caracas- La oposición venezolana se movilizó nuevamente hoy en Caracas, su quinta protesta contra el gobierno de Nicolás Maduro en lo que va de abril, una estrategia que eleva la tensión social y volvió a generar disturbios. Cientos de manifestantes se concentraron en la plaza Brión (este) y marcharon hacia la principal autopista de la ciudad, pero la policía los detuvo con gases lacrimógenos, según periodistas de la AFP en el lugar.
Como en las anteriores jornadas, un grupo de jóvenes respondió con piedras, mientras el grueso de la marcha retrocedió, algunos hacia el sector de Chacao, donde se han venido concentrando los enfrentamientos. Varias personas recibieron primeros auxilios por efecto de los gases.
Desde su inicio, el 1 de abril, la oposición pretende llevar las marchas al centro, bastión del chavismo y donde están las sedes de los poderes públicos. El oficialismo realizaba en esa zona una jornada deportiva.
«Es una lucha de resistencia: ver quién se cansa primero, si nosotros de luchar o ellos de reprimir», dijo Guevara a la AFP en plaza Brión. Maduro se halla este lunes en La Habana con motivo de una reunión de cancilleres de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), bloque de izquierda que lidera junto a Cuba.
La cita respaldará al mandatario, que denuncia un plan para derrocarlo por parte de la oposición, la Organización de Estados Americanos (OEA) y Estados Unidos. Las manifestaciones se iniciaron en rechazo a dos sentencias con las que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se adjudicó temporalmente los poderes del Legislativo y retiró la inmunidad a los diputados, alegando un desacato a sus fallos.
También exigen elecciones generales, respeto a la autonomía del Legislativo y liberación de opositores presos. El TSJ -al que la oposición acusa de maniatar al Parlamento por orden de Maduro- anuló parcialmente los dictámenes en medio de una fuerte presión internacional, que denunció un quiebre democrático en el país con las mayores reservas petroleras y dio aliento a las protestas.
Descontento social. Hasta ahora en las movilizaciones se ha producido la muerte de un joven y decenas de personas han resultado heridas y detenidas. También hubo destrozos en una sede del TSJ, atacada el pasado sábado. Según el gobierno, un joven de 19 años falleció el pasado jueves de un balazo que le propinó un policía de tránsito en las afueras de Caracas, donde se presentaba un bloqueo de vía en el que presuntamente no participaba.
El guarda fue detenido. El sábado, el excandidato presidencial opositor Henrique Capriles, quien fue inhabilitado para ejercer cargos públicos durante 15 años, también denunció un incendio provocado en el cuartel general de su partido, durante los disturbios. Los manifestantes denuncian sus penurias por la crisis, que se agravó con la caída de los precios del petróleo, generador de 96% de las divisas del país.
«Te dan una bolsa de comida miserable, que tenemos que arrastrarnos para conseguirla y viene una vez por mes», dijo a la AFP Carolina Moreno, desempleada de 39 años. Se refería a un programa del gobierno que vende alimentos subsidiados en los barrios populares para paliar la escasez, que roza el 70% según estimaciones privadas.
«Mentiroso». Antes de viajar a Cuba, Maduro aseguró esperar «ansioso» a que se convoquen las elecciones de gobernadores, una de las principales exigencias opositoras.
Los comicios, que debieron realizarse en 2016, fueron pospuestos para este año y no tienen fecha. Pero Guevara tildó de «mentiroso» al gobernante, a quien acusó de no querer elecciones «porque sabe que las pierde. Vamos a seguir empujando hasta que se den todas: las de gobernadores, que nos las deben; las de alcaldes, que son las que tocan este año; y las presidenciales (pautadas para 2018), que son las que más necesita Venezuela». «Queremos elecciones, pero no porque a él le da la gana, sino porque tiene que haberlas», indicó a la AFP Alejandro Navas, estudiante de derecho.
El colapso económico pulverizó el apoyo a Maduro, que ganó la elección de 2013 a Capriles por estrecho margen y cuya gestión rechazan actualmente siete de cada diez venezolanos, según Venebarómetro. Maduro, que atribuye la crisis a una «guerra económica», también advirtió que si sus adversarios toman el poder por la fuerza serán derrotados y radicalizaría su gobierno «al nivel más profundo que la historia haya conocido en América».
La oposición anunció que tras la jornada de este lunes volverá a las calles el 19 de abril para realizar lo que, según Guevara, será la «madre de todas las marchas». Mientras, la presión internacional continúa. Este lunes, la Unión Europea expresó preocupación por «la escalada de tensiones» y subrayó que «la violencia y el uso de la fuerza no resolverán la crisis». También cuestionó la sanción a Capriles.