Alrededor de 85 mil muertes al año produjo el consumo de bebidas alcohólicas en América, donde la ingesta per cápita es de 25% más que el promedio mundial. Así lo establece un estudio realizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cual fue publicado hoy en la revista Addiction.
“Este estudio demuestra que el consumo nocivo de bebidas alcohólicas en las Américas debe ser una de las mayores prioridades de salud pública”, afirmó el doctor Anselm Hennis, director del departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental, de la OPS.
Según el estudio, el 64,9% de esas muertes exclusivas por la ingesta de alcohol son menores de 60 años edad. El número de hombres que murieron por consumir bebidas alcohólicas fue mayor al de mujeres, y los hombres representaron 83,1% de las muertes atribuibles exclusivamente a ese consumo.
En el citado estudio, que se registró entre los año 2013 y 2015, cerca del 80% los fallecimientos en las cuales el consumo de bebidas alcohólicas fue una “causa necesaria” ocurrieron en tres de los países más poblados: Estados Unidos (36,9%), Brasil (24,8%) y México (18,4%).
Los resultados de la investigación indican que los países de ingresos altos tienen un mayor consumo per cápita de bebidas alcohólicas mientras que los países de bajo y mediano ingreso tienen una mayor tasa de mortalidad atribuible al alcohol para el mismo nivel de consumo de esas bebidas. Las mayores tasas de mortalidad probablemente se deban al acceso relativamente menor a servicios médicos, a limitaciones en cuanto al transporte en situaciones de urgencia, a la escasez de información sobre salud, a la falta de una buena nutrición y a otros factores que podrían hacer que el consumo de esas bebidas sea más perjudicial.
En ese sentido, «la OPS exhorta a los países de la Región a frenar el consumo nocivo de bebidas alcohólicas mediante el aumento de los impuestos aplicables e imponer amplias restricciones a la publicidad, la promoción y el patrocinio de estos productos. Asimismo, el acceso a datos de mejor calidad sobre la mortalidad y la morbilidad causadas por las bebidas alcohólicas es fundamental para dar seguimiento al impacto de la ingesta de alcohol».
La doctora Maristela Monteiro, Asesora Principal de la OPS en materia de consumo de alcohol, afirmó: “El estudio también demuestra que la mayor proporción de muertes atribuibles por completo al consumo de bebidas alcohólicas ocurre prematuramente en personas de 50 a 59 años de edad, especialmente en hombres. El consumo nocivo de estas bebidas resulta en la muerte de personas que están en la plenitud de su vida. Esta es una pérdida no solo para sus familias sino también para la economía y la sociedad en general.”
Durante la pandemia de COVID-19, las bebidas alcohólicas se han promovido por las redes sociales y su disponibilidad ha aumentado en muchos países debido a la mayor facilidad de acceso a las compras en línea y las entregas a domicilio. Hay evidencias que indican que las personas con mayor probabilidad de aumentar su consumo de bebidas alcohólicas como resultado estos factores, ya consumían alcohol en exceso antes de la pandemia. Adicionalmente, los puntos de venta de bebidas alcohólicas, como bares y clubes nocturnos, atraen multitudes que no respetan el uso de mascarillas ni practican el distanciamiento social.
“Al comenzar a planificar el retorno a una nueva normalidad, es preciso proteger y fortalecer las políticas sobre el consumo de bebidas alcohólicas”, afirmó la doctora Monteiro.