Optimismo Económico Norteamericano

Optimismo Económico Norteamericano

Virgilio M. Malagón Álvarez

I-PREAMBULO

Amigo Lector, como habíamos expresado en entregas anteriores, la hipótesis de que un gobierno republicano unificado, a partir de Enero 21,2025, sería más inflacionario que un gobierno dividido (basado en que el control republicano conduciría a una gran expansión fiscal en forma de recortes impositivos que alimentarían mayores déficits), no es totalmente cierta debido a que en promedio, la inflación ha sido a menudo más baja. Desde la administración Truman, la inflación fue mucho más alta durante los períodos de gobierno dividido que durante los de gobierno unificado. El mismo patrón se aplica a la administración Eisenhower. A la postre, ha habido menor inflación durante el período de control republicano unificado y una mayor cuando los demócratas obtuvieron el control del Capitolio.

La victoria de Donald Trump, el día de las elecciones, ha causado alegría y tranquilidad. Los hogares y las empresas estadounidenses están mucho más serenos y esperanzados esta vez. En varias encuestas, ya publicadas en los medios, muestran que el 70 por ciento de los estadounidenses tienen mucha o algo de confianza en que la transición a la administración Trump se realizará sin problemas. De manera similar, la mayoría de los estadounidenses dicen tener una evaluación positiva de la conducta de Trump después de las elecciones.

En otras palabras, los estadounidenses realmente se sienten mejor con respecto al país y a la economía. Aunque las cifras de sentimiento pueden mostrar un matiz partidista, es evidente que el optimismo republicano ha aumentado con mucho mayor vigor que la tendencia de los demócratas a la melancolía política y populista.

Además, las empresas estadounidenses también se muestran más positivas respecto de la economía. El Índice Compuesto de Gerentes de Compras (CIPM), de la Standard and Poor S&P,  subió al nivel más alto en más de 20 meses, superando las expectativas. El sector de servicios alcanzó un máximo comparado también con los últimos 20 meses, y el atribulado índice manufacturero ( Aquí se conoce como el IMAE del Banco central) subió a su máximo de 6 meses. Esto así, debido a que el optimismo sobre la producción experimentó una notable recuperación en noviembre, repuntando por segundo mes consecutivo después de alcanzar un mínimo de 20 meses. La confianza también impactó al sector manufacturero, obteniendo su nivel más alto en Noviembre.  

II-LA DINAMICA ACTUAL DEL OPTIMISMO ECONOMICO

La decisiva elección arrolladora de Donald Trump, para un segundo mandato presidencial, ha alimentado las esperanzas de los inversores hacia una renovación del impulso económico, un mercado laboral más fuerte, un sector manufacturero revivido y una energía más abundante. Como resultado, el mercado de valores se ha disparado, en los últimos 16 días,  a nuevos máximos.

Los votantes han manifestado, desde hace tiempo, su rechazo a la «Bidenomics», la combinación de políticas económicas de gran gasto y control centralizadas, construidas en torno a objetivos sociales y ambientales de izquierda, condujeron a la peor explosión de inflación en cuatro décadas. Muchos ciudadanos y residentes manifestaron a encuestadores que ellos creen que la situación financiera de sus propios hogares había empeorado durante el curso de la administración Biden y dijeron que preferían la economía cuando Trump era presidente.

NOTA 1.: Por supuesto, Trump no puede simplemente hacer retroceder el reloj a la era anterior a Biden. Se ha hecho demasiado daño a la economía y los nuevos desafíos deben afrontarse con nuevas políticas, a mediano y largo plazo.

Hasta ahora, los inversores esperan que se apliquen tres importantes cambios de política económica que probablemente se adoptarán en una segunda administración de Trump. Veamos:

1-El primero son los recortes de impuestos, tanto para los trabajadores como para las empresas que producen bienes en el país.

2-El segundo son los aranceles, que probablemente ayudarían a los fabricantes nacionales y fomentarían la inversión en Estados Unidos, recuperando el capital furtivo y trashumante.

3-El tercero es la eliminación del enorme aumento de la burocracia regulatoria que se vio en la administración Biden.

4-Pero una cuarta política que podría impulsar la economía y hacer avanzar la agenda de Trump es menos conocida. Entre los asesores del presidente, se están generando debates sobre el uso de la regulación bancaria para fomentar la inversión en la fabricación de alta tecnología, la producción de energía y la relocalización de la producción furtiva y trashumante.

Muchos analistas económicos, aunque tal vez no los mercados financieros, subestiman el poder de los recortes impositivos de Trump. Es importante señalar que el riesgo de tasas impositivas más altas probablemente ya estaba frenando la inversión de las empresas, reduciendo el empleo y desacelerando la innovación.

Esto así, debido a que cuando las empresas calculan los retornos, después de impuestos de las inversiones, (que es en última instancia lo que importa a sus accionistas), no solo utilizan la tasa legal actual, sino las tasas que esperan enfrentar en el futuro. Por eso, cuando muchas empresas esperaban una victoria de Harris, las encuestas mostraron que los directores financieros eran más propensos a realizar reducciones a la inversión.

NOTA 2.: Con sólo asegurar la tasa impositiva corporativa actual del 21 por ciento, la victoria de Trump abre espacio para una mayor inversión y mayores ganancias corporativas, después de los impuestos. Esta es una de las razones por las que el mercado de valores alcanzó nuevos máximos en los días posteriores a la elección de Trump.

NOTA 3.: El Presidente Electo Trump está ofreciendo más que simplemente preservar el statu quo económico y financiero. El prometió tasas impositivas corporativas aún más bajas, en particular para las empresas que fabrican bienes en los Estados Unidos. Esos recortes impositivos impulsarían aún más la inversión no sólo de las empresas que ya fabrican bienes allá, sino también de las empresas que actualmente fabrican en otros lugares y luego venden en los mercados estadounidenses. Más aún,  la tasa del 15 por ciento propuesta por Trump proporcionaría un poderoso incentivo no sólo para que las empresas estadounidenses repatrien su producción, sino también para que las empresas extranjeras construyan fábricas en los Estados Unidos y contraten a trabajadores estadounidenses.

Además, los recortes impositivos que Trump ha propuesto para los trabajadores, incluida la eliminación de los impuestos sobre el pago de horas extras y las propinas, así como el fin de la tributación de los beneficios de la Seguridad Social, darían a muchos estadounidenses más dinero para gastar e invertir. Esto podría ayudar a impulsar el gasto del consumidor en un período en el que muchos economistas temen un debilitamiento ahora que los últimos ahorros de la era de la pandemia parecen haber disminuido o se han agotado.

Amigo Lector, sé que es difícil cuantificar el alcance de los beneficios económicos de la desregulación, pero es probable que sean bastante grandes. Incluso antes de que se produzca la desregulación real, es probable que la eliminación del riesgo, producido por la administración Harris, impulse el crecimiento. Cortar los eslabones regulatorios que han encadenado a las empresas, incluidas las costosas obligaciones en torno al cambio climático y la diversidad, hará que sea más fácil y gratificante iniciar nuevas empresas y expandir las existentes.

 En lo referente a las Políticas Macroeconómicas y Monetarias, es probable que la cuarta pata del edificio de la nueva economía de Trump surja de un lugar inesperado: Los requisitos de capital bancario. Estos requisitos de capital (la cantidad de fondos propios que los bancos deben utilizar para conceder préstamos) podrían ajustarse para estimular los préstamos que sean económicamente beneficiosos. Por ejemplo, los préstamos para la exploración de petróleo y gas o la construcción de oleoductos tendrían menores cargas de intereses. Los préstamos a las empresas que expanden la fabricación de alta tecnología en Estados Unidos podrían estimularse mediante ponderaciones de riesgo más bajas y plazos más cómodos.

NOTA 4.: A diferencia de los subsidios directos, que a menudo conducen a despilfarro porque las empresas gastan fondos de los contribuyentes en lugar de los suyos propios, las empresas seguirían siendo responsables de estos préstamos y los bancos seguirían asumiendo riesgos con la esperanza de obtener ganancias. Los principios del libre mercado seguirían dirigiendo la inversión, pero con menos lastre de la regulación para las actividades consideradas fundamentales para recuperar la primacía económica estadounidense.

Para resumir, Amigo Lector, muchas de estas reformas pro-crecimiento pueden empezar incluso sin la intervención del Congreso. Sólo las reducciones impositivas adicionales requerirían la entrada en vigor de nuevas leyes. De ahí que, a partir del próximo 21 de Enero del 2025, los estados Unidos de Norteamérica entraran en un viaje hacia el progreso y rescate de su economía.

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