Optimizando el sistema inmunológico

Optimizando el sistema inmunológico

Tal como diría Jean Anthelme Brillat-Savarin político francés y autor del primer tratado de gastronomía, escrito en el siglo XIX, “Dime qué comes y te diré quién eres”.  La alimentación tiene una importante relación con el estado de salud o enfermedad del ser humano y un aspecto fundamental es la integridad del sistema inmunológico o de defensas.

El sistema inmune del ser humano está constituido por múltiples elementos que van desde la piel, el intestino y los millones de bacterias que en el habitan o microbiota intestinal, los glóbulos blancos de nuestra sangre y las diversas sustancias de defensas que producen.   Todo este sistema se mantiene normalmente en un perfecto equilibrio, sin embargo podría verse alterado ante agresores externos como virus, bacterias, traumas, alérgenos, tabaco, alcohol, el sedentarismo y una dieta inadecuada, es decir, que el estilo de vida de un individuo tiene una importante influencia en la adecuada respuesta del sistema inmunológico.   De todos estos, probablemente la nutrición sea el factor externo más influyente. Es así como vemos que individuos desnutridos,  con bajo peso y que cursan con deficiencias de vitaminas, minerales y proteínas son más propensos a padecer enfermedades infecciosas, debilitantes y hospitalizaciones y por otra parte vemos individuos con obesidad, alimentados de forma desequilibrada y producto de la misma malnutrición y del exceso de grasa corporal tienen un sistema inmunológico disfuncional.

Qué nutrientes participan en la adecuada respuesta inmunológica y dónde podemos encontrarlos?

  • Vitaminas A:  vegetales amarillos, naranjas y rojos, lácteos y pescados.
  • Vitamina B12 : carnes, pescados y huevos.
  • Vitamina C: frutas cítricas y verduras como pimientos y brócoli.
  • Vitamina D: lácteos, yema de huevo y pescados grasos.
  • Ácido Fólico: cereales integrales, lácteos, huevos, tomates, espinacas, soya, uvas y naranjas.  
  • Zinc: huevos, lácteos, frutos secos, carnes, ostras.
  • Selenio: cereales integrales, carnes y pescado.
  • Hierro: carnes, pescados, leguminosas, nueces
  • Magnesio: cereales integrales, lácteos, guineo, nueces
  • Cobre: mariscos, leguminosas, nueces.
  • Omega 3: pescados grasos.

Como vemos, una dieta equilibrada, variada, suficiente y sana nos aporta todo lo que necesitamos y contribuye al mantenimiento de las funciones corporales.  Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clinica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: sodonuclim@gmail.com.  @sodonuclim.