El Registro de Oferta de Edificaciones (ROE) de la Oficina Nacional de Estadística, es una significativa contribución técnica. Sin embargo, funcionarios, empresarios inmobiliarios y constructores, no lo advierten, ni utilizan en economía y ordenamiento territorial.
El ROE debiera aplicarse en Santiago y el Cibao, donde la construcción crece al 10.5% anual. Santiago edificó en 2024, unos 473 mil 999 metros cuadrados de construcción en 268 obras tipo viviendas, apartamentos, hoteles, centros comerciales y almacenes. Edificaciones que se construyeron a razón matemática de 1,768 metros cuadrados por edificación cimentada.
En el Distrito Nacional, la proporción alcanzó 1,560 metros y en La Altagracia, 702 metros cuadrados por construcción edificada.
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Ordenar y estimular la producción inmobiliaria es lograr que el suelo y sus bienes raíces, edificios, vías, y estructuras de servicios, sean activos para la financiación del desarrollo de la economía nacional y el fortalecimiento de municipios. Planificadores, economistas e inmobiliarios debieran saber mucho más de urbanismo y planificación.
En las ciencias del urbanismo destaca Javier García Bellido y su extraordinaria tesis: Los universales de la urbanística, un estudio sobre las estructuras generativas en las ciencias del territorio, donde propone una nueva ciencia transdisciplinaria denominada «Coranomía».
Asimismo, la teoría económica de renta del suelo urbano abordada por David Ricardo y Karl Marx, recientemente toma cuerpo en las teclas innovadoras de Samuel Jaramillo con su aporte “Hacia una teoría de la renta del suelo urbano”.
Tanto en urbanismo como en economía, la producción inmobiliaria fue rama relativamente secundaria de la acumulación de capitales. Aristocratizada, rancia y vetusta en términos técnicos y empresariales. Sin embargo, en épocas recientes, se transformó en un poderoso sector de inversión.
Es un hecho indiscutible que lo inmobiliario es una categoría altamente atractiva para inversionistas. Muy en especial en una etapa donde la cruda debilidad de la reducida tasa media de ganancia y escasez de negocios realmente provechosos, se impone en el mercado.
Es en ese contexto que surgen las ferias inmobiliarias como espacios de creación de negocios y riquezas. Una de ellas es el Dominican House Fest. El enfoque estratégico es promover viviendas inteligentes que gesten un urbanismo de soluciones basadas en la naturaleza. Que utilicen la cultura, sus artes escénicas y visuales, como formas del Ser, el Estar y el Hacer de las construcciones.
Se impone promover un desarrollo inmobiliario ordenado, adaptado al cambio climático y protector de la capa vegetal. Las edificaciones que se promuevan deben aprovechar el potencial pluvial, solar y de viento para lograr un metabolismo edificatorio de ciclo virtuoso.