En lo que parece ser la recta final del juicio contra Genaro García Luna en Estados Unidos, Jesús Reynaldo “El Rey” Zambada García acudió a la Corte de Brooklyn para declarar en contra del exsecretario de Seguridad Pública.
La participación del otrora operador de gran relevancia del Cártel de Sinaloa era uno de los sucesos más esperados durante el juicio, tanto así que la Fiscalía lo presentó como su testigo de mayor peso en el caso.
Sin embargo, a pesar de ser una de las figuras estelares del juicio, durante su comparecencia hubo otro nombre que adquirió gran importancia: Óscar Paredes Echegaray. La última vez que el nombre de dicho individuo había inundado los medios de circulación nacional fue en 2010, cuando fue asesinado en un bar de la colonia Roma de la actual Ciudad de México.
Paredes Echegaray era un abogado penalista y empresario hotelero que, al momento de su ejecución, tenía 45 años de edad. Era padre de Javier Paredes, quien fue secuestrado en 2008 —cuando era menor de edad— por presuntos integrantes de la banda criminal La Flor, también conocida como Los Petriciolet, una de las organizaciones de plagiarios más peligrosas de la capital en esa época.
Javier Paredes fue liberado tras el pago del rescate y Óscar Paredes figuraba como uno de los testigos en el caso contra varios miembros del grupo criminal, lo cual sembró la sospecha inicial de que su homicidio sería una venganza directa de La Flor.
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Sin embargo, días después de los hechos, fuentes de la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) desestimaron dicha línea de investigación, pues Paredes no era un testigo clave contra los secuestradores.
Además, se indicó que la forma en que fue asesinado no correspondía al modus operandi de la banda de La Flor. Sumado a ello, compartieron un retrato hablado de quien pudo haber sido uno de sus asesinos que no compartía características con ninguno de los integrantes de Los Petriciolet registrados en ese entonces.
Y aunque se indicó que Óscar Paredes sí había sido amenazado previamente por el grupo de La Flor a través de mensajes de texto, la dependencia encabezada en ese entonces por Miguel Ángel Mancera señaló que el móvil de su ejecución pudo haber estado relacionado con sus actividades profesionales como abogado.
Óscar Paredes Echegaray fue acribillado la madrugada del viernes 20 de agosto de 2010 en el bar “Bengala”, ubicado en el número 40 de la calle Sonora, en la colonia Roma Norte de lo que hoy es la alcaldía Cuauhtémoc.
Los reportes periodísticos que cubrieron el hecho señalaron que Paredes Echegaray estaba por retirarse del lugar cuando fue interceptado por tres sujetos. Información policiaca retomada por La Jornada especificó que los agresores llegaron al establecimiento, que tenía las puertas cerradas, y se hicieron pasar por taxistas. Cuando les abrieron la puerta, irrumpieron con violencia en el bar y dos de los individuos atacaron directamente a Óscar Paredes.
El abogado murió al instante y su cuerpo quedó tendido en la entrada del lugar. A su alrededor fueron encontrados por lo menos diez casquillos de calibre 9 milímetros. Con el paso de los meses surgieron nuevas sospechas respecto a la posible identidad de sus homicidas, pues se planteó que pudieron haber sido sicarios o incluso miembros de la Policía Federal, sin que ninguna de las versiones fuera confirmada.
Según los testimonios del “Rey” Zambada en la Corte de Brooklyn, Óscar Paredes habría sido el encargado de coordinar las reuniones con Genaro García Luna para entregarle sobornos por millones de dólares.
Incluso habría sido el mismo Paredes Echegaray quien le sugirió al “Rey” pagarle a García Luna para proteger a su hermano, Ismael “El Mayo” Zambada.
“Tengo la posibilidad de tener una reunión con Genaro García Luna. Fuentes fidedignas y reales me dicen que él va a ser el secretario de Seguridad Pública”, le habría dicho Óscar Paredes al “Rey” Zambada a finales de 2006, justo en la recta final de la presidencia de Vicente Fox.