Otra es la guerra

Otra es la guerra

Carmen Imbert Brugal

Su versión fue acallada, ignorada, despreciada. La oficialidad reaccionó y el silencio ayuda mucho. La magia de “la connotación mediática” de un suceso, logra esconder la basura debajo de la alfombra para que la fantasía continúe. El médico Arnaldo Beltré, Sub Director del Hospital Materno Infantil San Lorenzo de Los Mina, fue cancelado desde que el secreto de las muertes de neonatos en el Hospital fue revelado. Trabajaba en el Hospital desde el año 2009, las fieras necesitaban alimento y él sirvió para saciar apetitos y facilitar argumentos cuando alguien se atreviera a disentir de la historia oficial.

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Para el ex funcionario no hay misterio, una bacteria provocó el inicio de la tragedia. Un neonato llegó infectado- 20 de febrero- y comenzaron los contagios en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal. De inmediato, convocó una reunión para discutir el procedimiento a seguir: fumigación, traslado de los bebés a otro lugar. Actuó, pero la iniciativa no tuvo el respaldo del director, porque irrespetó el orden jerárquico y aunque la emergencia ameritaba acción rápida para evitar la propagación de la infección y el saldo imperdonable de 34 muertes, fue excluido de las reuniones. Comunicar el acontecimiento a la jefatura del SNS era impensable, los subalternos no tienen acceso a la superioridad. Quizás la comisión designada para “investigar”, compuesta por representantes del Ministerio de Salud Pública, del Colegio Médico Dominicano y del Servicio Nacional de Salud (SNS) concluya diferente, pero él sabe cómo comenzó aquello y cómo desconocieron sus recomendaciones.

Entre opinión y argumentos se debaten los errores para siempre llegar a la arqueología política. El pasado determina lo negativo que ocurre en la presente gestión. Cada error se expone a la prueba de carbono 14 y el resultado es maravilloso. El inaccesible director de SENASA complace a los enamorados por el CAMBIO con una proclama triunfadora: “Estamos resolviendo una crisis sanitaria que heredamos”. Parece que la bacteria estuvo protegida en una cápsula especial desde la gestión pasada y ahora irrumpió para matar 34 recién nacidos. Comienza la batalla y gana quien más vocifere y acuse. La piedad no es asunto político, poco interesa y encima de cadáveres se sostiene la historia. Mao Zedong creía que un poco de terror siempre es necesario. “El gran timonel”, en nombre de la revolución, justificó los millones de chinos muertos, perseguidos, torturados, durante su régimen. Ojalá no justifiquemos las muertes de los neonatos en nombre del Cambio y de la superioridad ética de sus gestores. Propicia es la fecha para mencionar la fortaleza de nuestra democracia y las variaciones que existen para disminuirla. Un día como hoy-1965- comenzó la guerra con la sublevación militar que procuraba la vigencia de la Constitución. La carta magna fue ignorada en septiembre 1963, cuando se produjo el golpe de estado y fue instaurado un gobierno de facto. Procede la evocación y subrayar la importancia de la Constitución. Hoy, la guerra tiene otras manifestaciones: desconocer derechos fundamentales, pretender el control absoluto de los poderes del estado, manipular hechos, extorsionar la disidencia, es una de las peores.

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