LONDRES – La organización caritativa Oxfam enfrentaba nuevas acusaciones de conductas sexuales inapropiadas de sus miembros en Haití, tras la publicación hoy de un informe en la prensa británica sobre el caso de un directivo que se mantuvo en el cargo, pese a las denuncias en su contra.
La oenegé británica intentó «contener» las acusaciones de acoso sexual que afectaban a Raphael Mutiku, quien dirigía la distribución de agua tras el terremoto de 2010, según un informe interno al que tuvo acceso el diario The Times.
El documento indica que la organización emitió una advertencia final a Mutiku, un empleado keniano de unos 40 años, en junio de 2010, después de las acusaciones de acoso sexual formuladas por algunas colegas.
Sin embargo, seis meses después cuando supuestamente se supo que el ingeniero había pagado a mujeres por sexo en su residencia, provista por Oxfam, su superior en la sede de la organización en el Reino Unido habría dicho que esperaba que la oenegé «contuviera esto» y que parecía que Mutiku «no estaba siendo discreto».
Oxfam confirmó que la decisión de no despedir a Mutiku fue tomada por Roland van Hauwermeiren, entonces director de la ONG en el país, que recientemente fue señalado como epicentro del escándalo sexual que afectó a la organización.
The Times dijo que Mutiku había negado «vehementemente» haber pagado a prostitutas. El funcionario fue despedido en 2011 después de una investigación interna.
«El comportamiento de algunos de los antiguos empleados de Oxfam que trabajaron en Haití después de terremoto de 2010 fue completamente inaceptable», dijo una portavoz de Oxfam en un comunicado.
«Lo sentimos mucho por todo lo que pasó», aseguró.