El presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, apoyó el llamado que hizo el presidente Luis Abinader para que todos los sectores dominicanos aborden el tema haitiano como una política común y resaltó los “ingentes esfuerzos que realiza el mandatario para afrontar el problema por la construcción del canal que desvía el agua del río Masacre.

Pacheco, legislador por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), pidió a las diferentes fuerzas políticas darle el frente al problema, pero con humildad “hacia el hermano país”.

De su lado, los diputados del PRM, Santiago Vilorio y Pedro Tineo, califican de irresponsable que el Gobierno haitiano decida respaldar la construcción del canal que cambia el cauce del Masacre. Ven peligroso que Haití procure aliarse al líder del Corea del Norte, Kim Jong-un.

Puede leer: José Horacio reitera llamado a aplicar indexación por inflación a salarios

Vilorio deploró que el primer ministro de Haití, Ariel Henry, se destape respaldando el canal. Expresó que Haití puede tener relaciones con quien le venga en gana. Considera que el presidente Abinader adoptó las medidas correspondientes al cerrar la frontera con Haití hasta que sus autoridades decidan dialogar, aunque algunos creen que el cierre de la frontera es un asunto de carácter económico.

“La seguridad nacional es la conservación de la patria, los límites de nuestro país, la identidad de nuestros pueblos, son elementos esenciales, y el Gobierno dominicano garantiza la protección de los derechos de nuestro pueblo”.

Opinó que no es posible que Haití pretenda disponer de los recursos naturales de la frontera, de manera unilateral, existiendo un tratado que regula los recursos que corresponden a las dos naciones. A su entender, las dos naciones deben ir a un diálogo.

Tineo manifestó que los funcionarios haitianos han asumido posiciones políticas frente a la construcción del canal en el Masacre, por la presión que ejercen los grupos incontrolables y las fuerzas que tienen el control de Haití. Dijo que buscar relaciones con Corea del Norte “es una señal de desesperación de Haití, que deberían observar los países democráticos”.