Cuando todo parecía resquebrajarse internamente y presagiaba una eventual derrota electoral, el liderazgo del PLD ha negociado un pacto histórico, sabio y equilibrado, mediante el cual concede al Presidente Danilo Medina la oportunidad de reelegirse dentro de un año, ratifica el poder del Comité Político y consolida en la presidencia del partido al doctor Leonel Fernández.
Medina se ha asegurado el apoyo unánime de los 130 legisladores oficialistas de la Asamblea Nacional Revisora de la Carta Magna y ha obtenido el mandato para concertar alianzas con los partidos de la oposición, fuera del Bloque Progresista, para dotarse los votos congresuales faltantes y conformar un futuro gobierno de unidad nacional a partir del 2016.
Al forzar a Fernández a acatar su decisión del pasado 19 de abril, sobre el voto legislativo oficial pro reforma, el CP ratificó que sus órdenes son inviolables, a pesar de que el acuerdo anunciado adoptó el consenso, o el voto de las tres cuartas partes de su membresía como base para las decisiones futuras del órgano dirigencial elite.
En virtud del acuerdo, el ex Presidente Fernández ocupará, junto a las demás autoridades, la presidencia del partido hasta el año 2020, dirigirá la campaña electoral a nivel congresual y municipal. Un leonelista presidirá una de las cámaras legislativas y, posteriormente, se modificarán los artículos 270, 271 y 272 de la Carta Magna sobre la convocatoria a la Asamblea Nacional revisora, el quórum requerido y el referendo aprobatorio para impedir reformas futuras del artículo 124 sobre la reelección presidencial; las tres, reclamos insistentes del ex mandatario para acogerse a la repostulación de Medina.
Un dato final: Danilo terminaría su carrera política en el 2020, Leonel no. El acuerdo permite a los legisladores, alcaldes y regidores oficialistas actuales repostularse.