Merilenny Mueses 
El regreso a clases está a la vuelta de la esquina y los padres se han mostrado optimistas, afinando los últimos detalles para enviar a sus hijos a la escuela. En un sondeo realizado por este medio, los entrevistados confesaron sus tácticas de compra y el sentimiento que los acoge ante la fecha.
La mayoría de los padres confesaron al Hoy que les faltan materiales y otros han decidido reciclar elementos de años anteriores, como es el caso de Yahaira Fernández, quien tiene dos niñas y dijo que “las cosas están un poco caras” por esto decide reutilizar mochilas y uniformes.
Fernández, dialogó con el Hoy mientras terminaba de comprar los libros de sus hijas que van en quinto y sexto de primaria, y declaró que no se puede hacer un gasto innecesario si algunos útiles están en buenas condiciones.
Dentro de los cambios que se avecinan para Fernández y sus descendientes, se encuentra el horario de levantarse y planificar los deberes académicos, dado que esto es un básico.
Así lo confirmaron Rossi y Rudilenny Díaz, quienes ya tienen su rutina estructurada en la que les corresponde levantar los alumnos y prepararles su desayuno.
Rafael de la Rosa dijo que incluso tiene 10 días levantando sus dos hijos a las 6:00 de la mañana y acostándolos temprano para que se acostumbren.
“Hay muchos problemas, siempre están llorando, pero se van sobrellevando”, manifestó Rosa asegurando que no están entusiasmados por madrugar, “pero tienen que estudiar, es obligatorio”, se sinceró.
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Más allá de lo material, los padres también han estado preparando a sus hijos emocionalmente para el regreso a clases. Tras un largo período de vacaciones, muchos niños están ansiosos por reencontrarse con sus amigos y conocer a sus nuevos profesores, como las dos hijas de Yahaira Fernández.
Con los niños listos y las mochilas casi completas, los progenitores están demostrando su compromiso con la educación. A medida que se acerca el primer día de clases, se ve el esfuerzo colectivo de las familias para que el año escolar comience con el pie derecho y lleno de expectativas.
