Los países occidentales y sus aliados exigieron este viernes a Rusia, durante el Consejo de Seguridad de la ONU, cesar los ataques a civiles y a las infraestructuras de Ucrania, que se han intensificado en los últimos días y que hacen presagiar un duro invierno para los ucranianos.
La sesión fue pedida por Francia y Estados Unidos para escuchar a la subsecretaria general de la ONU, Rosemary DiCarlo, quien se hizo eco del informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación en Ucrania, presentado esta semana, y que estableció sin ambages que “las tropas rusas son responsables de la gran mayoría de violaciones” identificadas del derecho internacional humanitario y las leyes de guerra.
DiCarlo recordó entre estas violaciones “ejecuciones sumarias, confinamiento ilegal, tortura, maltrato o violación sexual”, además de que Rusia impide el acceso a los prisioneros de guerra por parte del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), así como obstaculiza el acceso de un equipo de investigación a la prisión atacada de la ciudad ucraniana de Olenivka.