El jueves de la pasada semana estaba supuesto a celebrarse en el Consejo Económico Social (CES) el sexto encuentro del Diálogo por las Reformas, en el que se tratarían las propuestas de modificación de las leyes electorales.

Pero de manera inexplicable, y sin presentar excusas, la mayoría de los representantes de los partidos políticos brilló por su ausencia, por lo que hubo que suspenderlo.

El plantón preocupó y generó alarma, sobre todo después de que el miembro titular de la JCE y co-coordinador del CES en representación del órgano electoral, Samir Rafael Chami Isa, calificara de penosa la situación, ya que se trata, dijo, de una de las mesas que están mas avanzadas en las discusiones.

“Lo mas lamentable es que esta actividad estaba programada para el 16 del presente mes y a petición de los partidos, agrupaciones y partidos políticos fue aplazada para hoy y aquí no están”.

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Pero ayer, un día después de que el presidente de la JCE y otros miembros del Pleno depositaron en el Senado de la República las propuestas de modificación a las leyes de Partidos y de Régimen Electoral, con el objetivo de ir avanzando en la adecuación de esas normas para las elecciones del 2024, los representantes de esos mismos partidos se quejaron de que el hecho los tomó por sorpresa ya que no fueron notificados.

Es decir, palos si bogas y palos si no bogas, comportamiento que en gran medida explica porqué ambas leyes son consideradas dos tollos mayúsculos que el Tribunal Constitucional ha ido desmembrando en la medida en que va recibiendo recursos impugnando sus debilidades, falencias y contradicciones.

Ninguno de los quejosos se atrevió a negar, lo que hubiera sido el colmo, que la JCE actuó apegada a su derecho constitucional.

Pero ojalá caigan en la cuenta, esos mismos quejosos, de que es necesario que los partidos se tomen en serio este esfuerzo, pues hacer que esta democracia funcione sin traumas ni sobresaltos no solo es responsabilidad del órgano electoral.