International Crisis Group advierte que la misión de paz en Haití, liderada por Kenia, enfrentará grandes desafíos operativos, como la posibilidad de que pandillas hagan un frente unido para combatirla; dificultades para proteger a los civiles en una guerra urbana; y las redes de corrupción entre grupos criminales, la policía y las élites haitianas.

Sugiere no desplegar fuerzas hasta que se disponga de tropas, entrenamiento y equipos suficientes para controlar a las pandillas. También prepararse para el combate urbano y tener fuentes de inteligencia a nivel comunitario para minimizar los daños a la población.

Considera que se necesitará un acuerdo político, un sólido programa de desmovilización, un plan para detener el flujo de armas y romper los lazos entre los criminales y las élites haitianas para lograr un progreso duradero.

Señala que lo ideal sería que las fuerzas políticas del país estuvieran unidas en apoyar la llegada de la misión. “Pero la dinámica actual sugiere que el mayor riesgo para la atribulada población haitiana sería retrasar aún más el despliegue”, señala Crisis Group en un informe publicado por la Unidad de Estudios de Haití, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.

Indica que la ola de violencia y el colapso político de Haití han agravado la emergencia humanitaria del país donde la policía es superada en número y armas por los grupos criminales, por lo que la ayuda extranjera es necesaria.

Se espera que una avanzada será desplegada antes que el resto de las fuerzas a principios de este año.

Esta debe mapear la presencia de pandillas, evaluar la amenaza que representan y calcular los desafíos operativos, con el fin de garantizar que cuando se despliegue la misión completa esté en condiciones de hacer una demostración de fuerza muy convincente, que no provoque a las pandillas ni corra el riesgo de desatar represalias violentas, detalla Crisis Group.

Entiende como punto importante evitar las irregularidades que cometió la última misión de Naciones Unidas en Haití.

“De suma importancia será una atención minuciosa a las salvaguardias incorporadas en el mandato de la ONU para prevenir las irregularidades que se presentaron en la MINUSTAH, la última misión de paz de la ONU, tristemente célebre por propagar el cólera por todo el país, así como por la explotación sexual de mujeres locales.

Acuerdo político

Crisis Group indica que urge un acuerdo político pues en este momento, los haitianos ven con indignación como los políticos se pelean por la creación de un gobierno de transición mientras las pandillas continúan su campaña de violencia.

Deplora que pese a las numerosas rondas de negociación entre el primer ministro Ariel Henry y la oposición, no han logrado producir un pacto estable y auténticamente multipartidista.