Paolo Marconi (Roma 1933 – Roma 2013) fue un arquitecto, historiador de arte, restaurador de monumentos y centros históricos, científico, teórico, intelectual y profesor universitario. Apasionado investigador de las razones de la belleza de los lugares tradicionales, Marconi fue un referente en Italia y en el extranjero en el campo de la restauración arquitectónica y de la cultura patrimonial, en ese ámbito impulsó una intensa actividad teórica, militante y proyectual.
Hijo del arquitecto Plinio Marconi (autor de la reconstrucción de la ciudad de Verona después de la Segunda Guerra Mundial). Paolo Marconi perteneció a una familia rica en arquitectos, albañiles, restauradores, artesanos y músicos.
Graduado en arquitectura en Roma en 1958, en 1964, Marconi fue nombrado profesor de Historia del Arte y la Arquitectura en la Facultad de Arquitectura en la Universidad “La Sapienza” de Roma.
Puede leer: Ait Ben Haddou: Arquitectura del sur de Marruecos
En 1966 fue nombrado arquitecto principal de la Superintendencia de Monumentos de Roma, donde durante cuatro años proyectó y dirigió varias importantes obras de restauración, entre otras, el Tempietto di San Giovanni in Oleo de Borro mini, el Claustro de Santa María della Pace de Bramante, la Iglesia de los Santos Luca y Martina de Pietro da Cortona, las iglesias gemelas de Piazza del Popolo, y la Iglesia de la Academia di San Luca. Marconi fue profesor de Historia de la Arquitectura en la Universidad de Palermo (1980 – 1981). En 1970 fue nombrado profesor titular de la recién creada catedra de restauración arquitectónica, cargo en que pudo aprovechar su experiencia como restaurador en la Superintendencia.
Marconi fue profesor de Teorías y Técnicas de Restauración en la Escuela italiana de Arqueología de Atenas. Director de los cursos del Master en Restauración Arquitectónica de Monumentos, recuperación urbana y ambiental, y del Master en Recuperación de la Belleza de los Centros Históricos en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Roma Tre.
Miembro de Honor del Comité Internacional para la Construcción Tradicional, Arquitectura y Urbanismo (INTBAU). Arquitecto Restaurador del gobierno francés del 1971 al 1985 en Roma, para la salvaguarda de sus monumentos en Roma, colaborando en la restauración de las Iglesias, San Luigi dei Francesi y de Trinitá dei Monti entre otros proyectos, Miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires desde 1973, Académico meritorio de la Academia de San Luca en 1972, Medalla de Plata de la Restauración de la Academia de Arquitectura de Paris en 1991, Premio Luigi Tartufari de la Academia dei Lincei en 2013, Académico de Honor de la Academia de Diseño de Florencia desde 2004, etc.
Con esa innata simpatía, su sonrisa histriónica y su auto ironía siempre dispuesta a atemperar la sabiduría del profesor, Paolo Marconi enseño que la arquitectura es un arte viva y que para restaurarla hay que reproducirla tal como era, sin embalsamarla. Su posición teórica, a menudo en oposición a la teoría del historiador Cesare Brandi sobre la instancia histórica, la posición teórica de Marconi está recogida en sus numerosos libros y publicaciones, “un fresco de una virgen puede quedarse sin cabeza, pero, una iglesia, con el techo arruinado, debe ser recuperada”
Desde un punto de vista teórico, su posición sobre la restauración de monumentos fue controvertida, Marconi defendía la reconstrucción “dov’era e com’era” (donde era y como era) de los monumentos destruidos por la guerra, por los desastres naturales o las demoliciones, posición contraria a la teoría del “falso histórico” defendida por el teórico e historiador de arte italiano Cesare Brandi. Marconi era contrario a la conservación sin reconstrucción. Marconi estaba de la parte de la reconstrucción, que coincidía, regularmente con la voluntad de los ciudadanos como, por ejemplo: la reconstrucción del puente de Santa Trinitá (destruido por los alemanes en retirada de Florencia en 1944), la Catedral de Venzone (destruida por el terremoto de Friuli en 1976) y la Iglesia de San Giorgio in Velabro en Roma (impactada por una bomba de la mafia en 1993).
Paolo Marconi defiende la reproducción de manera idéntica al original (siempre que sea posible). No comparte la idea del “falso histórico”, se opone a la simplificación propuesta por Camillo Boito. Para Marconi no existe la autenticidad material, ya que la concepción y la ejecución de la obra pertenecen a distintas personas, recuerda, que debemos, a la reproducción, (no a la manutención y a la consolidación), la existencia de obras reconstruidas como el Campanile di San Marco en Venecia o la Porta Ticinese de Camillo Boito en Milán.
Marconi se muestra cercano a la postura de Viollet-le-Duc de intervenir un monumento antiguo para salvarlo de la ruina, y así, lograr conservar un objeto arquitectónico vivo. Indica, que, en realidad, no conservamos la materia autentica, pero si la expresión y el significado de la arquitectura, la no intervención en las ruinas con el pretexto de conservar su autenticidad, favorece su deterioro y las condena las ruinas a muerte en un tiempo corto. Insiste en distinguir la disciplina de la restauración del proyecto de conservación. Critica la Carta del Restauro Italiana de 1972 que obliga a operaciones de conservación y pura consolidación estructural, más propias de ingenieros y químicos que de arquitectos.
Para Marconi la restauración debe realizarse con materiales y técnicas tradicionales.
Entre sus numerosos trabajos de restauración realizados en Italia recordemos: la Zisa en Palermo, la Catedral de Cefalú en Sicilia; en Turín, el Teatro Carignano, el Museo Egipcio, la Grande Scuderia en el Palacio Real de Venaria; la Basílica Palladiana de Vicenza; el Castel Sant’Elmo en Nápoles; la restauración de la Casa delle Nozze d’Argento en Pompeya; el Palazzo della Civiltá italiana en EUR de Roma; la restauración del Broletto, la restauración de la Iglesia de San Barnaba y su trasformación en Auditorio, ambos en Brescia, etc.
Entre sus numerosas publicaciones recordemos: Arte e Cultura della manutenzione dei monumento (Laterza Bari Roma 1984); Dal piccolo al Grande Restauro (Marsilio, Venezia,1989); Il Restauto e l’Architetto – Teoria e Pratica in due secoli di dibattito (Marsilio, Venezia, 1993); Materia e Significato- La questione del Restauro Architettonico (Laterza, Bari 1999); Il Recupero della Bellezza (Skira, Milano, 2005); Paolo Marconi: Restauro dei Monumenti, Cultura, Progetti e Cantieri 1967-2010, ect.
Personalmente considero que la importancia del aporte de Marconi a la teoría y la cultura de la restauración de monumentos en Italia (nación prevalentemente inclinada a la conservación), es el hecho que Marconi fue un importante teórico, profesor e investigador, conocedor de la historia, de las técnicas de construcción tradicionales y de los materiales, pero sobre todo un ejecutor de importantes obras de restauración durante toda su carrera. No se trata de un improvisador, se trata de un profesional, de un intelectual con profundos conocimientos. Tuve la oportunidad de conocerlo en Lima Perú en 2010, donde ambos participamos a un ciclo de conferencias sobre las nuevas teorías y práctica de la Restauración de Monumentos y de los Centros Históricos. En esa ocasión, a último momento, se me solicito traducir del italiano al español la Conferencia Magistral de Marconi, en ese tiempo, confieso que mi español era muy italianizado por lo que Marconi entendía gran parte de lo que yo traducía. En un simpático (creo) email de unas semanas después, Marconi escribió a los organizadores que era la primera vez en su carrera, que el traductor no solo traducía a su manera, sino que ampliaba y aportaba consideraciones personales a lo que él decía.