Francisco recordó que el viernes se cumplirá un año del comienzo de la invasión rusa que supuso el inicio de la guerra en ese país, lo que calificó de “triste aniversario”
El papa Francisco arremetió ayer contra el individualismo y la “idolatría del ‘yo’” y advirtió de que en la Iglesia “no cuenta lo exterior o los juicios humanos” sino el “amor y la verdad” en su homilía durante la misa por el Miércoles de Ceniza, en cuya procesión no participó por problemas de movilidad. “La ceniza que hoy recibimos en la cabeza nos dice que cada presunción de autosuficiencia es falsa y que idolatrar el ‘yo’ es destructivo y nos encierra en la jaula de la soledad”, dijo.
Una actitud que resumió con “mirarse al espejo con la fantasía de ser perfectos o de estar en el centro del mundo».
El pontífice leyó su homilía sentado y ataviado con paramentos morados, propios de la Cuaresma- “Este es el tiempo favorable para convertirnos, para cambiar la mirada antes que nada sobre nosotros mismos, para vernos por dentro”. “Cuántas veces nos centramos en nuestros deseos o en lo que nos falta, alejándonos del centro del corazón, olvidándonos de abrazar el sentido de nuestro ser en el mundo”, refirió.
Pide Paz en ucrania
El papa pidió alto el fuego en Ucrania y que se inicien negociaciones de paz al recordar que el viernes se cumplirá un año del comienzo de la invasión rusa que supuso el inicio de la guerra en ese país, lo que calificó triste aniversario.
“Hago un llamamiento a todos los que tienen autoridad sobre las naciones para que se impliquen en el final del conflicto, se comprometan en un alto el fuego y se inicien negociaciones de paz”, dijo el pontífice al término de la audiencia general celebrada en el Vaticano. “Aquella que se construye sobre los escombros no será nunca una verdadera victoria”, añadió.
El papa había comenzado su evocación a la guerra en Ucrania recordando que en dentro de dos días se va a cumplir un año del inicio de “una guerra absurda y cruel. Un triste aniversario» “El balance de muertos y heridos, de desplazados, de destrucción, de daños económicos y sociales habla por sí mismo.