El papa Francisco llega este miércoles a Lisboa para participar en los actos de su cuarta Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que pondrá a prueba su resistencia a los 86 años y dos meses después de ser operado, además de la relación de la Iglesia con los jóvenes diez años después de aquel «¡Hagan lío!” con el que inició su pontificado.
Francisco emprende su 42 viaje internacional para participar en la JMJ, el acto católico más multitudinario y en el que ya se han inscrito más de 330,000 jóvenes de 200 naciones y cerca de 20,000 voluntarios, pero los organizadores esperan que se llegue al millón, cifra con la que se podrá considerar un éxito.
El papa ya estuvo en Portugal en 2017, pero no visitó Lisboa y se limitó a presidir en Fátima las celebraciones por los 100 años de las apariciones de la Virgen. En esta ocasión ha insistido en ir al santuario mariano ante la preocupante situación internacional, donde el sábado elevará su petición para el final de la guerra en Ucrania.
Han pasado 10 años de aquel llamamiento de «¡Hagan lío!” a los peregrinos argentinos durante la JMJ de Brasil y que se convirtió en un lema.