El papa Francisco lamentó hoy la situación de los miles de inmigrantes que cruzan la peligrosa selva del Darién entre Colombia y Panamá, y reclamó “una respuesta humanitaria” para “evitar esta trágica realidad».
“Deseo recordar a los miles de inmigrantes que intentan atravesar la selva entre Colombia y Panamá. Se trata a menudo de familias con niños que se aventuran a recorridos peligrosos engañados por quienes falsamente les prometen una vía breve y segura, maltratados y robados”, dijo tras rezar el Ángelus.
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Y agregó- “No pueden perder la vida en esa selva. Hace falta el esfuerzo conjunto de los países más directamente interesados y de la comunidad internacional para evitar que esta trágica realidad sea silenciada y ofrecer una respuesta humanitaria».
El Tapón del Darién, una región selvática que separa la América del sur de la central y por donde han cruzado más de 500,000 migrantes este año, se ha convertido en una de las rutas más transitadas del continente y a la vez más peligrosas. En ella los migrantes, además de tener que cruzar una selva llena de peligros naturales, están expuestos a la violencia debido a redes de tráfico de personas que practican la extorsión y el secuestro. Las nacionalidades más habituales entre quienes cruzan esta ruta son venezolanos, haitianos y ecuatorianos.