Para alcanzar las promesas de Dios necesitamos fe y perseverancia

Para alcanzar las promesas de Dios necesitamos fe y perseverancia

Pastora Montserrat Bogaert

Sube ahora y mira hacia el mar. Él subió, miró y dijo: No hay nada. Pero Elías le ordenó de nuevo: Vuelve siete veces. 1 Reyes 18: 43

Para alcanzar las promesas de Dios necesitamos fe y perseverancia. Ambas son indispensables y necesarias en nuestra vida cristiana: la fe nos permite ver lo que no se ve, y la perseverancia nos mantiene luchando por lo que hemos creído por la fe. Sin ellas será imposible que alcancemos alguna cosa, decepcionándonos rápidamente, porque nada hay que nos sustente y nos mantenga firmes para batallar contra lo que se opone a la bendición.

Elías era un hombre de fe y perseverancia que se mantuvo orando para que lloviera, y siete veces mandó a su criado a que subiera al monte a ver si divisaba una nube que indicara que iba a llover. A la séptima vez, el criado le dijo: “Veo una nube del tamaño de la palma de mi mano”.

Cuántas bendiciones se nos han escapado por no tener el mismo espíritu de Elías, quien, aunque nada veía, seguía perseverando en la oración. Creía que la lluvia descendería del Cielo, convencido de que no se movería de ese lugar hasta que viera la señal en los Cielos.

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