Para desenterrar y reenterrar a Juan Bosch y a Juan Isidro Jimenes Grullón (Parte 2)

Para desenterrar y reenterrar a Juan Bosch y a Juan Isidro Jimenes Grullón (Parte 2)


En marzo de 1934 Juan Isidro conspira en la ciudad de Santiago con un grupo de antitrujillistas para asesinar a Trujillo. El complot fracasó. Se desata una persecución y casi todos los participantes fueron apresados. Juan Isidro fue capturado en julio de 1934 e ingresado a cárcel de Nigua, una de las mazmorras y centro de torturas más crueles del tirano donde fue sometido a suplicios. Su experiencia la narra en su libro “Una Gestapo en América” de 1946.

Después de un juicio histórico a los implicados, Juan Isidro fue condenado a 20 años de prisión y trabajo público. (Ver “Dos procesos de nuestros anales criminales”, 3 tomos, juez Manuel Ángel González Rodríguez, Imprenta La opinión, 1938). Por gestiones familiares y la mediación de la esposa de Trujillo, Bienvenida Ricardo Martínez, fue indultado en octubre de 1935. El tirano trató de integrarlo a su camarilla de intelectuales, pero declinó participar de la comparsa de inteligentes. A finales de 1935, con la promesa de no involucrarse más en asuntos políticos hostiles al tirano consiguió permiso para ausentarse del país junto a su primera esposa Ivonne. Llega a PR.


Ese mismo año se desplazó hacia Cuba y se reporta a la Legación Dominicana en La Habana. Aun la vigilancia a la que era sometido, Juan Isidro transgrede su juramento de no atacar a Trujillo: en 1936 ya estaba enviando escritos denunciadores de la dictadura al periódico francés “Vendrevi”.

En 1937 Trujillo le revoca por decreto el perdón de 1935 y lo declara proscrito. Se traslada a New York y se integra a la plantilla de columnistas del periódico “La Voz”, órgano propiedad de republicanos españoles. (En 2018 recuperé parte de esos escritos de la Biblioteca de la Ciudad de NY).

Mientras en el exilio Juan Isidro realiza gestiones para organizar un movimiento de exiliados antitrujillistas (lo que sería el PRD) Juan Bosch sigue residiendo en la Capital dominicana hasta enero de 1938 cuando con consentimiento Trujillo viaja a PR. Semanas después se exilia. A finales de 1933, año en que publica “Camino Real”, Bosch había sido apresado e ingresado a la cárcel de Nigua. Se le acusaba de haber participado en la explosión de una bomba en un cementerio de la Capital. Estuvo preso hasta febrero de 1934 cuando es liberado: se trataba de un error.

El propio Bosch en una entrevista que le hizo el historiador Bernardo Vega en 1986 corrobora que él no participó en el estallido del explosivo.
Luego Bosch publica los libros “Indios, apuntes históricos y leyendas” (1935) y “La mañosa” (1936). Antes de su partida hacia PR, Bosch ingresa al trujillista Partido Dominicano y pasa a ocupar un puesto en la Dirección General de Estadísticas que dirigía Mario Fermín Cabral, proponente de que el nombre de la capital, Santo Domingo, fuera cambiado por el de Ciudad Trujillo. Bosch apoyó la propuesta y también elogió públicamente al tirano. (Ver Listín Diario, abril de 1935 y 6 de enero de 1937; La Opinión, 11 de octubre 1935, entre otros). Se ha afirmado que se trataba de una coartada de Bosch para lograr salir del país ya que Trujillo estaba interesado en que el escritor se convirtiera en diputado por el Partido Dominicano.

No hay motivos para dudar de su estrategia. Es evidente que ya debía haber conflictos éticos de Bosch con la tiranía, aunque no salieran a relucir públicamente por una táctica de seguridad personal para él y su familia. Antes de salir del país, Bosch también se desempeñaba como director de sección cultural del periódico Listín Diario y como presidente de la sección de Periodismo y Literatura del Ateneo Dominicano.

Ya establecido en PR, Bosch se hace amigo de uno de sus futuros maestros políticos, Luis Muñoz Marín, fundador del ELA en 1952. Se convierte, además, en el escritor estrella de la revista dominical “Puerto Rico Ilustrado”. Mientras el recién exiliado trabajada en la supervisión de la edición de las obras completas de Eugenio María de Hostos, a finales de 1938 Juan Isidro llega desde NY a San Juan a ofrecer un ciclo de conferencias que Bosch había coordinado con el auspicio de la Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico que fueron muy concurridas por las élites ilustradas puertorriqueñas. En ese primer junte de los juanes exiliados en PR, Juan Isidro cuenta con 35 años y Juan Bosch con 29.

En ese contexto Juan Isidro conoce a la poeta Julia de Burgos con la que iniciará una compleja relación amorosa que desde entonces ha sido tergiversada y sacada de su contexto sentimental-humano. Al iniciar su romance ambos estaban legalmente casados, pero separados de sus respectivas parejas. A principio de enero de 1939 Bosch viaja por primera vez a La Habana donde se imprimirían las obras completas de Hostos. Juan Isidro se queda en PR viviendo su romance con Julia de Burgos, colabora ocasionalmente con la prensa puertorriqueña y publica su libro “Ideas y doctrinas políticas contemporáneas” con prólogo de la notable intelectual Nilita Vientós.

A finales de 1939 Juan Isidro regresa a NY. En enero de 1940 Julia viaja a la gran urbe y viven en condiciones precarias. En este periodo neoyorquino Juan Isidro escribe “La República Dominicana, análisis de su pasado y presente”, texto que sería publicado en La Habana en 1940, con prólogo de Juan Bosch.

Mientras hacía trabajo organizativo político con los exiliados antitrujillistas en NY, en mayo de 1940 Juan Isidro se traslada nuevamente a La Habana. Julia se reunirá con él en la capital cubana semanas después. Se instalan provisionalmente en la casa donde vivía Bosch y su compañera sentimental la belga Emily Van der Bly. De 1940 a 1947 son años claves para entender el devenir del exilio dominicano antitrujillista, en donde Bosch y Juan Isidro despuntarán como figuras protagónicas de la segunda capa de exiliados antitrujillistas.

En un trabajo más amplio publicado el 2020 en la revista “Cuadernos de Poética #34” plantee que el exilio antitrujillista nunca fue homogéneo y que se compuso de varias generaciones cronológicas, etapas, componentes ideológicos-clasistas y ejes geográficos (Haití, PR, Cuba, NY, México, Venezuela, Guatemala y otros) donde el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) desempeñó un papel preponderante.

Históricamente la génesis de la enemistad entre Bosch y Juan Isidro fue asociada a una disputa pasional por el amor de Julia de Burgos luego de su llegada a Cuba, lo que provocaría una ruptura entre los dos amigos de entonces. En 1981 la poeta Chiqui Vicioso entrevistó, por separado, a Juan Isidro y a Bosch en torno a Julia de Burgos (Ver el libro “Julia de Burgos, la nuestra”). En ambos testimonios, los escritores despejaron toda duda posible de que entre ellos hubo un conflicto pasional-amoroso por Julia de Burgos. Se aclaró que Bosch estaba emparejado con Emily Van der Bly y Juan Isidro con Julia y que en la casa donde vivían los cuatro primaba un ambiente de camaradería, hermandad y respeto mutuo. Aun la contundencia de los testimonios, todavía en 2011 el activista del antiguo PRD Fulgencio Espinal seguía resucitando intrigas del viejo exilio. (Ver su libro “Viejo Roble & Pino Nuevo, controversia y testimonio”, 2011).

En una documentada ponencia que presenté en 2015 en el Congreso Internacional del Centenario de Julia de Burgos, en UPR de Humacao abordé esa trama, la ruptura de Julia-Juan Isidro y la superación de ese amor al casarse Julia de Burgos con Armando Marín en 1943 y Juan Isidro con Amada María Sabater en 1944. (Ver Actas del Congreso, Fundación Puertorriqueña de la Humanidades, 2016, pág. 82-92).

Descartada Julia de Burgos como el móvil de la animadversión entre Bosch y Juan Isidro, es evidente que el origen de sus disputas tuvo una raíz política desde la difusa fundación del PRD (entre 1939 y 1941) y por lucha de poderes y liderazgo cuando en 1944 se celebró el primer congreso de intento unificador del exilio antitrujillista con auspicio de la Universidad de La Habana y del presidente cubano Grau San Martín de donde nació el “Frente Unido de Liberación Dominicana”. La distribución de poderes en que quedó estructurada la directiva de la nueva organización de exiliados repercutiría posteriormente en las fracasadas tentativas de las invasiones armadas de Cayo Confites (1947), Luperón (1949) y Maimón y Estero Hondo (1959), llevadas a cabo por exiliados para derrocar por las armas a la tiranía.

A partir de entonces (con una leve tregua en 1947) la enemistad de los juanes alcanzó a niveles tan apasionados que llevó, incluso, a Juan Isidro a apoyar erradamente el Golpe de Estado contra Bosch en 1963, error del que en una muestra de honestidad intelectual encomiable se arrepentiría y se autocriticaría públicamente. En la próxima entrega veremos las pugnas de los juanes por la primogenitura de la fundación del Partido Revolucionario Dominicano.

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