El 1944 es el año de la ruptura perpetua entre Bosch y Juan Isidro, aunque ambos siguieron armonizados ideológicamente como populistas liberales y reformistas socialdemócratas. Fue una enemistad por lucha de poderes. Solo años después la confrontación tomaría un giro ideológico al pensamiento de Juan Isidro radicalizarse más que el de Bosch hacia la izquierda.
El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) fue el primer partido liberal demócrata-revolucionario moderno de la RD. Se constituyó en el exilio siguiendo el modelo del martiano Partido Revolucionario Cubano (PRC). Sus fundadores, en La Habana, entre otros exiliados fueron Juan Isidro Jimenes Grullón, Juan Bosch, Enrique Cotubanamá Henríquez Laurazón, Virgilio Mainardi Reyna, Leovigildo Cuello y Romano Pérez Cabral.
Su primer secretario general fue Juan Isidro Jimenes Grullón. A raíz de los conflictos entre los juanes, años después surgiría la disputa sobre la fecha de su fundación: si 1939 o 1941. Con una difusa historia sobre su origen, el PRD fue la organización política más visible e importante del exilio antitrujillista hasta la fundación del Movimiento de Liberación Dominicana (MLD) y su brazo militar el Ejército de Liberación Dominicana, protagonista de la memorable gesta, pero masacrada invasión guerrillera de Constanza, Maimón y Estero Hondo, perpetrada en junio de 1959, entrenada en Cuba con el apoyo de Fidel Castro.
Para Bosch el PRD se fundó en 1939, para Juan Isidro en 1941. Aun la discrepancia, ambos, sin embargo, reconocieron siempre el importante papel desempeñado en su fundación por el médico domínico-cubano Enrique Cotubanamá Henríquez Laurazón, conocido como Cotú y hermano paterno de Pedro Henríquez Ureña, criado en Cuba desde niño. La versión de Bosch se apoyaba en que luego de él exiliarse en PR en enero de 1938, Cotú vino varios meses después a la isla a proponerle la creación de un partido similar al PRC que sirviera como instrumento para derrocar a Trujillo e instalar la democracia. (Bosch, El PLD, un Partido Nuevo en América, 1989).
Aunque no se conocían antes, Bosch argumentó que Cotú ya lo conocía a él porque sus cuentos se publicaban en la afamada revista cubana “Carteles”. Alegaba que Cotú lo identificó a él como el líder potencial que necesitaba el todavía no nacido PRD. Antes de su llegada a La Habana, el 27 de enero de 1939, Bosch había publicado 4 cuentos en Carteles: “La mujer” (mayo de 1932), “La pulpería” (julio de 1936), “El cobarde” (septiembre de 1937) y “Dos pesos de agua” (marzo de 1937). (Juan Bosch en Cuba, tomo I, Luis F. Céspedes Espinosa, Ed. Funglode y Colección Cátedra Juan Bosch, Universidad de La Habana, 2008).
Aún en 1938 Bosch le propusiera a Cotú que por su abolengo de clase el líder del PRD debía ser Jimenes Grullón (aunque luego catalogaría su juicio y propuesta como un craso error) este aceptó dubitativamente entrar en el plan de fundar el partido. Juan Isidro, en cambio, alegó que desde su llegada a La Habana en 1936 se identificó con los lineamientos liberales del PRC que esgrimía un programa nacionalista demócrata-revolucionario desde la óptica de la democracia burguesa o “populista”, como la llamaría años después.
Según JIJG, luego de estudiar la doctrina del PRC preparó un borrador programático similar para crear el PRD y empezó a recabar apoyo de los exiliados que le precedieron entre los que se encontraban Ángel Morales (exiliado en 1930), líder del exilio en NY y Rafael Estrella Ureña (exiliado en 1931) cabeza de otro núcleo de exiliados en Cuba. (JIJG, Listín Diario, 7 de abril de 1971, El Sol, 19 de junio, 1980 y John Bartlow Martin, un procónsul del imperialismo yanqui, 1977).
Aunque años después Juan Isidro renegaría y hasta se avergonzaría de haber sido uno de los forjadores del PRD por su populismo, se adjudicaba en nombre de la verdad histórica haber sembrado el germen para el nacimiento del PRD. Se atribuyó el mérito de ser el primero en proponer la creación de un partido moderno dominicano que superara las viejas prácticas caudillistas de la cual Trujillo era en parte corolario y que el país se encauzara hacia la institucionalización y democratización de la política partidista. Además de sus gestiones directas con los exiliados de la primera generación, arguyó que el esbozo para su fundación también la expuso tácitamente en su libro de 1940 “La República Dominicana (análisis de su pasado y presente”) con prólogo de Juan Bosch y donde se anuncia la necesidad de la creación de un partido moderno que adelantara la conciencia política antiautoritaria, antifascista y cívica del país.
Veía su acción fundacional como un proceso evolutivo individual y colectivo.
Estas son las dos referencias de JIJG para adjudicarse la paternidad del PRD o por lo menos para negársela a Bosch que la establecía en 1939. A falta de pruebas documentales que acrediten el argumento de JIJG, es interesante anotar que en una carta que le envía el notable exiliado Ángel Morales a Sumner Welles
(importante funcionario norteamericano antitrujillista) fechada el 16 de mayo de 1937, Morales corrobora que Juan Isidro lo visitó en NY para proponerle la fundación de un partido revolucionario. Le informa Morales a Welles: “Actualmente se encuentra aquí el Dr. Juan Isidro Jimenes, empeñado en que los elementos de la oposición radicados en el extranjero formemos un partido político que se llamaría Partido Revolucionario y que adoptemos un programa que él ha redactado” … (“Correspondencia entre Ángel Morales y Sumner Welles”, Bernardo Vega, Editor, AGN, 2013, pág. 415).
Otro relato que pone en dudas que el PRD se fundara en 1939 la ofrece el notable exiliado Nicolás Silfa, figura sobresaliente del PRD en NY en sus años fundacionales. Recuerda Silfa en el tomo I de su libro “Guerra, traición y Exilio”, Barcelona, 1980, pags. 301-314, que en 1950 después de un largo periodo de inactividad se celebró el segundo congreso del PRD, una suerte de refundación, en la casa de Bosch en La Habana a la que asistió como invitado el expresidente venezolano Rómulo Betancourt. Para 1950 ya Juan Isidro se había distanciado de Bosch y del PRD desde 1944 luego de que el PRD cambiara provisionalmente su nombre por “Unión Democrática Antinazista Dominicana” (UDAD) debido a presiones internas del Gobierno cubano, aunque más adelante lo retomara.
Amplifica Silfa que cuando previo al congreso de 1950 se estaba diseñando la bandera del PRD, nadie recordaba el año de su fundación y que él asoció la fecha de su constitución con el inicio de la Segunda Guerra Mundial (1939) y así quedó plasmada esa fecha en la bandera del PRD en vez de 1941. Se responsabiliza del error.
Ruptura por lucha de poderes
Otra versión sobre la génesis del PRD que abre otras posibles rutas aclaratorias la expuso el también exiliado, e historiador Francisco Alberto “Chito” Henríquez Vázquez, primo de Cotú, en el libro “Relatos Biográficos”, AGN, 2017. La versión de Chito se había divulgado previamente en una entrevista que le hiciera el periodista Bienvenido Alvarez Vega a Chito recogida en el libro de Fulgencio Espinal “PRD, exilio y repatriación”. (Ed. Corripio, 2008, págs. 117-124).
Al margen de las narrativas que preceden, las pruebas que parecen arrojar luz con más propiedad a la polémica sobre el año de la fundación del PRD son una serie de documentos localizados en el Archivo Nacional de Cuba por el investigador Antonio de Jesús Báez y publicados en un dossier por el reputado historiador y director del AGN Dr. Roberto Cassá en el Boletín del Archivo General de la Nación, Año LXX, Vol. XXX, Núm. 121 titulado “Para la historia inicial del Partido Revolucionario Dominicano”, págs. 375-413. Queda documentado que el PRD se inscribió como partido en el Negociado de Asociaciones, Orden Público y Elecciones de La Habana en 1943. No hay evidencia en las páginas encontradas que el PRD fuera fundado en 1939, aunque eso no significa que la idea de crearlo no haya surgido con anterioridad como muy bien acota Cassá.
Del dossier se puede colegir que la versión sostenida durante décadas por Jimenes Grullón de que el PRD se fundó en 1941 y no en 1939 resulta más convincente que la de Bosch, no solo por su cercanía a 1943 sino porque sus argumentos resultan más contundentes, amén de que Bosch llegó a La Habana en 1939 sin experiencia política y organizativa alguna y con la responsabilidad laboral de supervisar la impresión de las obras completas de Eugenio M. de Hostos por lo que ha de suponerse que no disponía de tiempo suficiente para escribir (como era su oficio) y también organizar-fundar un partido tan rápidamente, máxime que todavía no tenía tantos contactos sólidos con los demás exiliados. De manera que hasta 1943, con el trasfondo de la Segunda Guerra Mundial, Juan Isidro funge como secretario general del PRD.