¿Para qué estamos educando?

¿Para qué estamos educando?

Elisa Elena González

¿Para qué estamos educando? Es la pregunta que dentro y fuera del aula siempre me hago y a la que invito repensar.

La calidad de la educación siempre será un tema de relevancia, es la columna vertebral del proceso del crecimiento social y porque es capaz de generar un estado de bienestar y progreso de largo plazo.

Todos y todas le exigimos al Sistema Educativo Dominicano, eficiencia, eficacia, mejorías sustanciales en los indicadores internacionales en materia educativa; hasta contamos con un «Pacto Educativo» para diseñar las políticas nacionales del sector; pero soy una convencida de que la “Educación” va más allá de ese proceso de enseñanza-aprendizaje que se da formalmente en el aula, de cualquier centro educativo de nuestro país.

El momento es oportuno para reflexionar y replantear todo el proceso, desde la perspectiva de que educar implica modelar valores, desarrollar competencias, habilidades y destrezas que no vienen dadas por las materias formales de lengua española o matemáticas.

Educar conlleva- sumado a muchos otros elementos- el hacer de nuestras prácticas cotidianas, dentro y fuera del aula, un ejercicio democrático de tolerancia y respeto a las ideas de nuestros conciudadanos, implica atender a la diversidad y visibilizar que nuestros niños y niñas son personas de derechos.

Por esto es tan delicado lo que nos está pasando como sociedad. Toda esta oleada de corrupción y violencia refleja el claro divorcio entre la educación que estamos brindando en el aula con la que estamos modelando en nuestros hogares, en las comunidades y en la sociedad. Hoy vale más ser famoso y acaparar los noticieros por desfalcar a Estado; trabajar en valores la honestidad y la transparencia es cosa de tontos.

Prediquemos, pero con acciones y comencemos desde adentro. Si fomentamos el ejercicio de la democracia, el respeto a las diferencias, y la participación de los alumnos y sus familias; no decidamos arbitrariamente desconocer los derechos fundamentales de una niña o adolescente al retirarla de la escuela porque ha quedado embarazada.

Lo que para algunos es una acción meramente administrativa para otros es posiblemente el primer y fatídico paso a una vida plegada de injusticias que le marcarán por siempre.

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