Un 70 por ciento de aceptación es una nota muy alta. No me extraña.
Pasada la luna de miel comenzó la vida, las rutinas, los espacios vacíos, el momento de enfrentar la realidad.
La jauría contenida por la prudencia comenzó a producir bulla, escándalos, a fijarse donde se posaban los mimes cuando servían la carne y había descuido en tapar los recipientes.
Era el momento de la verdad. A nadie le quitan lo bailao, pero habrá que armar y organizar nuevas fiestas para volver a echar un pie.
El Gobierno, y Luis especialmente, deben estar satisfechos de la buena nota que sacaron en el primer examen, el escrutinio de la luna de miel. Bien.
Un 70 por ciento de aceptación es una nota muy alta. No me extraña. En los últimos días de la campaña electoral hice referencia a un slogan que usaba en la década de 1960 y adelante la entonces poderosa Radio Comercial, el cual, con una música suave y pegajosa cantaba: usted esta oyendo Radio Comercial, la emisora que nació sabiendo.
Sí, este Gobierno se organizó desde antes. El embrión crecía mientras la campaña electoral se desbordaba en vítores y alabanzas para el candidato Abinader. Al momento de ganar las elecciones éste había constituido un Gabinete Presidencial montado con todas las de la ley. Allí se prepararon los planes y programas para el tiempo de la luna de miel y para los próximos años.
No me extraña, pues, la buena nota obtenida por el gobierno de Abinader en el primer examen. Ahora es cuando verdaderamente comienza la carrera para lograr el triunfo que siempre resulta apetitoso, pero no siempre se obtiene.
Se requiere de algo más que elogios y aplausos, es preciso actuar con la velocidad de un elefante y la elegancia de una gacela, aprender a separar la paja del grano y saber que los amigos no son necesariamente los que te aplauden, los amigos son los que te dicen la verdad, aunque al principio no los entiendas ni aceptes sus consejos y sugerencias.
El camino hacia el éxito es escabroso, esta lleno de trampas, traiciones, abrojos de florecillas amarillas que engañan y al tacto tienen espinas, es una jalda muy empinada que se camina durante todo el gobierno sin prisas, sin pausas, sin descanso, de la cual se baja cuando se cumple el plazo de entrega a otra administración.
Entonces, y solo entonces, se pasa revista a la tarea realizada, al deber cumplido. Se hace el balance de los amigos que se quedaron en el camino y de los que vinieron tras el oropel y fueron premiados por su labor de áulicos, cuya actuación como eunucos nunca es satisfactoria, aunque momentáneamente lo parezca.
Para sacar buenas notas hay que estudiar constantemente, porque estudiando es el único modo honesto de pasar de curso.
Adelante y valor.