Paternidad positiva

Paternidad positiva

José Miguel Gómez

La presencia del padre en la crianza fortalece el carácter, la identidad, la disciplina, los límites y los valores. El equilibrio, la equidad y la crianza positiva la construyen madres y padres; pero también, abuelos y tíos responsables.

Los padres ausentes, según las estadísticas van en aumento; donde los hijos se crían sin la fiscalización, el apoyo, la tutoría o la presencialidad para crear un modelo sano para los hijos. Las causas de esas ausencias pueden ser por fallecimiento, migración, divorcios mal manejados, irresponsabilidad paterna y algunos trastornos de personalidad.

Las consecuencias de esa ausencia o abandono por la figura del padre pueden producir daños emocionales, conductuales, psicológicos y hasta problemas en el carácter de los hijos. Las estadísticas hablan de los problemas de delincuencia, abuso de sustancias, trastornos de identidad y trastornos de personalidad en hijos donde la figura del padre se ausento o no socializó dentro de la crianza.

La paternidad positiva desde el punto de vista antropológico, sociológico, psicológico y psicosocial, predice una funcionalidad y un desarrollo armónico en las estructuras psicoemocional de las hembras y varones dentro de la dinámica de la crianza, debido a un padre afectivo, fiscalizador, comprometido en la crianza positiva: apego sano, alimenta, baña, cuida, ayuda, realiza tareas, acompaña al médico, besa, disciplina, dice que no, explica el castigo, sabe poner límite, enseña valores y costumbres.

Puede leer: En paz con la vida: una sabia decisión

La paternidad positiva en la dinámica de crianza ayuda con la responsabilidad, el compromiso, la honestidad, referencia psicosocial, de lo que debe ser un buen ciudadano.

Los hombres y mujeres que fueron marcados e influenciados por un modelo de paternidad positiva han tenido mejor salud mental, familias más integradas, comportamientos más sanos y mejor adaptación psicosocial y emocional.

Los modelos económicos, la migración, la tecnología, la crisis de parejas y los problemas estructurales en cualquier tipo de sociedad están produciendo menos padres presenciales, positivos y comprometidos en su rol de modelo de referencia sano para su familia y para la sociedad.

Sin embargo, existen muchos hombres realizando una paternidad responsable, de modelo sano, comprometido y digno de imitar como referencia de una paternidad en la crianza.

La sociedad debe estimular, sensibilizar y visibilizar la paternidad positiva para comprometer y reforzar a los hombres en su rol de padre, de identidad, de modelo de referencia e influencia de lo que debe ser un padre cariñoso, apegado, responsable en valores para la formación de la estructura sana de los hijos.

El desafío en el presente y para el futuro, es fortalecer la paternidad positiva; una paternidad resiliente que, sin importar las adversidades siempre esté presente, funcional, comprometida con el apego, el vínculo y el sentido de pertenencia.

La paternidad presencial de forma integral es forjadora de hijos resilientes, de familia sana y funcional.

La positividad implica modelo de crianza autoritativo, afectividad, rol de equilibrio y desarrollo armonioso para la construcción de una personalidad estable.

El impacto y los daños colaterales de una paternidad irresponsable, ausente o periférica, han dejado huellas somáticas a cientos de hijos que no han podido funcionar en la vida y, mucho menos, convertirse en padres positivos con sus propios hijos. A todos los padres felicidades, salud y bienestar por la vida y por la paternidad positiva.

Publicaciones Relacionadas