El candidato presidencial del Partido Demócrata Institucional (PDI) Ismael Reyes, se pronunció en contra de la imposición del voto obligatorio por considerar que eso sería violentar los preceptos fundamentales en que se apoya la democracia política.
Ismael Reyes estimó que la propia palabra obligatorio es en sí misma un término duro y agresivo, que suena a coacción, coerción y presión, invocando así los basamentos de los ideales totalitarios, los cuales son contradictorios con los verdaderos sentimientos democráticos.
“Si yo digo: es obligatorio que me ames, el amor, que es algo sublime, algo que debe de nacer de forma espontánea, sin ningún tipo de imposición, se convertiría entonces en una cadena, en grilletes, y queda por tanto desnaturalizado porque la obligatoriedad lo castra y le quita su esencia de libertad”.
Igualmente, si digo a alguien que es obligatorio que me respete o que me obedezca, sin yo ganármelo o merecerlo, tampoco producirá lo que yo busco, sino lo contrario, porque lo obligatorio provoca una reacción natural de rechazo, dijo el líder del PDI.
Reyes hizo esta comparación para sacar a relucir la negatividad del voto obligatorio, en virtud de que el mismo supone un atentado a la libre determinación de las personas, lo que es contrario al ejercicio de la libertad de la persona humana.
“La experiencia ha demostrado que nada que se trate de obtener por la presión de la obligatoriedad genera buenos resultados, precisó Reyes.
Al mismo tempo considera que el «voto obligatorio» en realidad hoy se practica en muy pocos países, -tanto de Europa como del continente americano-, cuya práctica ha evidenciado que sus supuestas bondades no han calado dentro del concierto de las naciones democráticas del mundo.
“Cocinamos porque tenemos hambre, compramos unos zapatos porque tenemos la necesidad de calzarnos para proteger nuestros pies, en esa tesitura, no veo la necesidad de la imposición de la obligatoriedad del voto en un contexto donde el bajo índice de abstención de un 30% es abrumadoramente cubierto por el índice de votación de un 70%.
Me pregunto, en nuestro país, ¿de adonde surge la necesidad de obligar a la gente a votar, si aquí en cada elección popular vota más del 70 % de los inscriptos para ejercer el sufragio? Me parece que esto ha sido traído por los moños”, expresó Ismael Reyes.
Estima el presidente del PDI que la obligatoriedad del voto debe de venir de la propia conciencia individual, de su compromiso con la democracia, de la asimilación de que se trata de un deber y un derecho que compensa el acto de hacerlo; del convencimiento de que contamos con adecuadas ofertas y propuestas electorales que convocan a votar, por lo que si el voto se hace obligatorio dejaría un sabor amargo que la gente rechazaría.