La presidenta del Congreso de Estados Unidos, Nancy Pelosi, concluyó en menos de seis horas una visita este martes a Malasia, como parte de su gira asiática, mientras aumenta la tensión por su posible visita a Taiwán esta misma noche, pese a las advertencias en contra de Pekín.
Pelosi llegó a Kuala Lumpur (Malasia) desde Singapur, el primer destino de su tour asiático, la mañana del martes, una visita exprés en la que visitó el Parlamento malasio y almorzó con el primer ministro, Ismail Sabri Yaakob, según informó la agencia Bernama.
«Hemos conversado en profundidad sobre nuestros objetivos comunes de asegurar un libre y seguro Indo-Pacífico», subrayó Pelosi, según un comunicado divulgado por su oficina, en la que supone la única referencia velada a China, a quien EE.UU y sus aliados acusan de querer dominar y cambiar las reglas en el Indo-Pacífico.
El texto no menciona explícitamente a Taiwán, tema del que admitió haber hablado la víspera con el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, quien reiteró la importancia de «una relación estable entre China y EE.UU. para la paz y la seguridad regional», cuando crece la tensión entre ambos por los planes de Pelosi.
La posibilidad, cada vez más verosímil, de que llegue la noche del martes a Taiwán, la isla autogobernada cuya soberanía es reclamada por Pekín, ha acaparado la atención de su viaje, con medios taiwaneses dando por sentado que la demócrata se desplazará allí hoy desde Malasia.
Sin que Pelosi ni la Casa Blanca lo hayan confirmado, el avión de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. (SPAR19) en el que la presidenta del Congreso de EE.UU. llegó el martes a Malasia sobre las 10.30 hora local (2.30 GMT), despegaba de Kuala Lumpur a las 15.42 (7.42 GMT), según la web Flightradar24, sin especificar destino.
Citando fuentes anónimas, los diarios taiwaneses The United Daily News, Liberty Times y China Times, entre otros, aseguraban este martes que la estadounidense aterrizará en el aeropuerto de Songshan, en Taipei, esta misma noche, lo que es posible -si Pelosi viaja en el SPAR19- pues es un vuelo de menos de cinco horas.
Corea del Sur y Japón, los siguientes destinos de la presidenta del Congreso de EE.UU., han confirmado, por su parte, que Pelosi no llegará a estos países hasta los próximos jueves y viernes, respectivamente.
TENSIÓN ENTRE CHINA Y EEUU
Unas especulaciones que elevaban la tensión entre China y Estados Unidos, pues Taiwán es uno de los mayores escollos de sus relaciones, ya que EE.UU. en principio defendería a la isla en caso de ataque por parte de Pekín, si bien Washington mantiene una postura ambigua al respecto.
Así, la portavoz de la cancillería china, Hua Chunying -quien no suele comparecer en público salvo en ocasiones de alta importancia, siendo la última el 24 de febrero, cuando comenzó la invasión de Ucrania por parte de Rusia-, advirtió este martes que Taiwán se enfrenta a «consecuencias desastrosas» de producirse la visita.
«Es difícil imaginar una acción más temeraria y provocadora» que la visita de Pelosi, aseguró Hua, quien desdeñó las declaraciones del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, sobre el estatus «independiente» de la Cámara de Representantes de EE.UU, para disociar el posible viaje del Gobierno estadounidense.
«Todas las agencias gubernamentales de EE.UU. han de implementar las políticas exteriores a las que se ha comprometido y reconoce su Gobierno», insistió Hua, añadiendo que, «si la tercera persona más importante del Gobierno de EE.UU. llega a Taiwán en un avión militar», su visita «en ningún modo será no oficial».
De producirse, sería el primer viaje a Taiwán de un presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU. desde 1997, y, si bien se desconoce aún la respuesta que daría Pekín, se anticipa que haga una demostración de fuerza.
DESPLIEGUE MILITAR CHINO
Este martes, medios taiwaneses informaron del avistamiento de un buque destructor chino en la isla Lanyu, controlada por Taipéi y situada a 64 kilómetros de Taiwán, mientras autoridades navales chinas anunciaron el cierre al tráfico marítimo en zonas del mar de China Meridional por maniobras militares.
China reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
Si bien Estados Unidos no mantiene relaciones oficiales con Taiwán, es su principal suministrador de armas y sería su mayor aliado en caso de conflicto bélico con China.
La visita de Pelosi se produciría menos de una semana después de que el pasado 28 de julio el presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, mantuvieran una conversación telefónica en la que Xi reiteró la oposición de Pekín «a la independencia de Taiwán» y a «las injerencias externas».