Permitamos el consumidor elija, solo él y su necesidad son dueños del mercado

Permitamos  el consumidor elija, solo él y su necesidad son dueños del mercado

Hace ya muchos años, mientras estudiaba en la universidad, uno de mis profesores de mercadeo y comunicación resaltaba la diferencia entre publicidad, relaciones públicas y propaganda, tratando en ese momento de orientar nuestras energías en el camino correcto, y evitar el uso del término propaganda, término que a su juicio estaba asociado a malas artes y a manipulación del público. Años después me ha tocado hacer esta aclaración en varias ocasiones.

Buscando alguna definición popular, digamos Wikipedia, podemos decir que la propaganda es una forma de comunicación que tiene como objetivo influir en la actitud de una comunidad respecto a una causa o posición, presentando solamente un lado o aspecto de un argumento, de modo opuesto al suministro de información libre e imparcial.

En estas semanas, el debate sobre la posibilidad de permitir la venta conjunta de GLP en las estaciones de servicio se ha comportado de dos maneras totalmente diferentes a partir del partido o grupo comercial que se analice. Mientras el sector a favor de la integración entrega información técnica acabada y pertinente en sus declaraciones y exposiciones, de fácil comprobación y respaldada por propuestas, el sector que adversa la idea utiliza “propaganda”, sin ofrecer pruebas, sobre una peligrosidad exagerada, sobre un producto que ellos venden en la actualidad, sin darse cuenta del daño que hacen a su principal, si no único, producto.

Uno de los seres humanos más funestos de la historia, Joseph Goebbels, a la vez corresponsable del momento más oscuro de la historia moderna, dijo: “Una mentira dicha una sola vez será solo una mentira, pero una mentira dicha mil veces se convierte en verdad”, algo así como “diga…que algo queda…”, y ¿que nos dicen? Nos dicen que es peligroso el producto que ellos mismos venden, que es tan peligroso que solo este sector, con todos sus accidentes, puede manejar este producto, un tanto irónico en vista a la resistencia a adoptar las medidas de rigor o a discutir normas técnicas.

Otro aspecto del debate que resulta de interés, es el oportunismo situacional, por ejemplo, a raíz de incidentes ajenos a nuestra discusión, pero que excitan la opinión publica en torno a temas sensibles como la seguridad e integridad del bien privado o colectivo.

Stefan Sweig, biógrafo formidable ya fallecido, retrató con maestría una infame figura de la revolución francesa, Joseph Fouché, personaje que estaría presto a aplaudir como se utilizan imágenes de accidentes, relatos fantásticos e incluso desgracias en pleno desarrollo para justificar impedir la venta de dos combustibles, compatibles y seguros en una misma estación de servicio.

Leslie Lazar y Harvey Schiffman, obra: “Comportamiento del Consumidor”, destacan la iteración entre el sistema cognitivo y afectivo del consumidor, y su efecto sobre la toma de decisiones, resaltando cómo muchas veces prevalece el sentimiento por sobre las razones. El público dominicano no merece que se juegue a manipular sus voluntades.

Establezcamos un debate de altura, técnico, basado en propuestas, y no en falsos enunciados o irreales imágenes fatalistas, en torno a un combustible noble (GLP) y que bien manejado podrá ser adquirido por un público automovilista más amplio, desde los espacios con mejor dotación para atenderles, las estaciones de combustibles.

Tratemos ahora el punto de vista del público general, en relación a elegir a quien escuchamos según la ocasión, según el tema, según el nivel, por ejemplo: de temas de humor…pues figuras del humor o comediantes…de la moda…figuras de la moda o fashionistas o diseñadores…de deportes…puedo pensar en algunos nombres…todos destacados comentaristas deportivos…pero, pese a que por democracia todos tenemos derecho a opinar, escojamos para este tema a interlocutores relacionados con el tema combustibles, con experiencia, ingenieros por ejemplo, tanto nacionales como extranjeros, que nos puedan orientar, pero no personas ajenas al sector que juegan a hacernos sentir que República Dominicana no es capaz de servir mejor las necesidades de nuestros automovilistas integrando el GLP vehicular en lugares más convenientes de expendio, como son las tradicionales estaciones de combustibles, y tengamos confianza en que nuestros técnicos tendrán las capacidades necesarias para implementar los cambios necesarios y nuestras autoridades para vigilar el cumplimiento de las normas.

Juan 8:32…” y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres…” …Permitamos que sea el consumidor el que elija, solo el consumidor y su necesidad son dueños del mercado….

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