Al Rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Rev. Secilio Espinal (2/3)
Los Bancos Centrales se han embarcado en medidas de políticas monetarias restrictivas (aumento de la tasa de interés) como principal medida para luchar contra la inflación.
Sin embargo, la inflación no se ha reducido a la velocidad esperada. El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su Panorama Económico Mundial-julio-2023, afirmó que la inflación ha cedido en muchos países pero que, aún la inflación se mantiene elevada; en otras palabras, todavía no se ha logrado retornar a la meta fijada por cada país. Ese informe agrega que, a pesar de la contracción de los precios de los alimentos respecto a los picos alcanzados en el 2022, estos todavía se mantienen elevados.
Para el 2021, la inflación fue de 6.8% en el Reino Unido, antes de que alcanzara el 10.1% en junio del 2022. Sin embargo, se espera que, con el aumento de la tasa de interés de referencia del Banco Central de Inglaterra, la tasa de inflación regrese a su meta de 2% para el 2023 pero, al día de hoy, se mantiene en esta nación en 6.8%, muy lejos de la meta.
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Hay que diferenciar entre inflación general e inflación subyacente; mientras la primera pareciera que cede frente al incremento de las tasas de interés, la segunda continúa alta.
En Estados Unidos, a partir del Gobierno de Reagan, se ha reducido sustancialmente la tasa impositiva de las corporaciones y de las personas con alto nivel de riqueza, contribuyendo al aumento de la desigualdad socio-económica e impactando negativamente el salario real.
Los sindicatos perdieron influencia después del gran apogeo de la globalización conduciendo a la reducción del poder de negociación de las organizaciones, agravando el conflicto distributivo en la esfera de la producción pues, el incremento del salario real debe seguir a la productividad laboral. Este conflicto se ha exacerbado durante el actual proceso inflacionario.
Por otra parte, hay que señalar el impacto en los trabajadores ya que los asalariados han perdido poder adquisitivo, sin embargo, conjuntamente, por los estímulos recibidos, muchos empleados reevaluaron sus oficios y le dieron un mayor significado a la libertad y esperanza de vida, decidiendo renunciar de los puestos más desgastantes físicamente.
La aplicación de un aumento de las tasas de interés como medida de política monetaria con el objetivo de reducir la inflación, pareciera no tener unidad de criterio dentro de los bancos centrales en los países más desarrollados. El efecto más importante hasta ahora, ha sido la desaceleración de la oferta; el FMI proyecta una contracción de la economía mundial de 1.3% en el año 2024 comparado con el 2022 que fue de 2.7%; sin embargo, aún los indicadores no marcan una clara desaceleración de los precios. En la siguiente entrega, profundizaremos sobre los aumentos de costos, las transferencias sociales y un análisis de la política monetaria post pandemia.