Por Julio Ravelo Astacio

Qué difícil resulta entender a la gente! ¿Cómo podríamos relacionarnos mejor? ¿Por qué tantas desavenencias entre los humanos? Bueno el asunto no resulta tan fácil de abordar, sin embargo, si evaluamos la capacidad de respuesta en cada persona, sus características individuales, sus rasgos más sobresalientes, forma de ser, carácter, sociabilidad, compromiso, responsabilidad, empatía, respeto, solidaridad, entre otros; podríamos comprender mejor al otro y hacer una convivencia más inclusiva, sana y provechosa.

Invito a los amigos lectores a pensar en las características de la persona chévere.

Podemos decir que ha resultado difícil encontrar las verdaderas raíces de esta palabra. Algunos lingüistas y literatos cubanos (Valdés G, Ortiz F, Arrom J.J) han asumido este reto.

Para Ortiz F. en el glosario de afronegrismos la vincula a “Cheche”, que proviene de la lengua africana lucumí: “cabeza alzada o presumido”. Este autor asume que puede provenir de la palabra “sebede” del dialecto africano “Calabar”: “adornarse profusamente”.

Arrom descarta la vinculación africana y plantea que la misma está relacionada con Guillermo de Croy, señor de Chiévres, región vinculada a España y Francia, ahora territorio belga. Anota que era un diplomático muy ligado al arte y muy popular en el sur de España que relacionaban con las cosas buenas que compraba, con lo que comía, etc. Señala Samper P. destacando que participó de la corte española a finales del siglo XV. Así fue que el Sr. Chiévres pasó a ser un “Señor Chévere”.

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¿Cuáles son las características que adornan a la persona chévere? Estas personas se les reconoce por sus múltiples atributos, destacando que todos ellos son positivos.

La lista es larga: buen carácter, elegante, indulgente, estimado por mucha gente, estupendo, buenísimo, excelente, gracioso, bonito, genial, complaciente, considerado, piadoso. Pero espere, hay más: agradable, tolerante, considerado, benévolo, positivo, buena onda, primoroso, cooperador, amigable, siempre dispuesto, fino trato, entusiasta, buena persona, grata, buena imagen, amigable, que te hace sentir cómodo, a gusto.

Dónde se usa este término: Las Antillas, Bolivia, Colombia, El Salvador, Honduras, México, Panamá, República Dominicana, Ecuador, Venezuela.

Pero también en Argentina y España.

Entonces resulta fácil apreciar y hasta desear ser incluido entre este tipo de personas.

En otras ocasiones nos hemos referido a las que tienen un carácter agrio, difícil.

Asimismo, a aquellas que por estar siempre amargadas: existen, pero no viven.

Al parecer resulta aconsejable, luego de las evaluaciones de lugar, proponernos asumir algunas de las características del tipo chévere. Con los elevados niveles de violencia y agresividad, que muestran en los últimos tiempos algunos dominicanos, llegando inclusive a comportamientos sádicos y criminales, por robar lo que a otro pertenece, bien valdría la pena hacer el esfuerzo por asumir alguna de las características de la persona chévere. De seguro todos nos sentiríamos mejor y eso sería ¡muy chévere!

Hoy finaliza el mes de septiembre. Permítanme, los amigos lectores, desearles un fin de semana ¡bien chévere!