Los últimos días —de esta recta final de la campaña electoral— han estado matizado por la campaña sucia, auspiciada desde el partido gobernante, un recurso propagandístico fallido, pues se observa estado de desesperación ante las desfavorables estadísticas que otorgan unas 40 firmas encuestadoras al candidato del Partido de la Liberación Dominicana, Gonzalo Castillo.
Por lo menos los números que arrojaron tres empresas de estudios de opinión (las tres más creíbles en la opinión pública nacional) dejaron a la gente de palacio y de la dirección del oficialismo con poco espacio para maniobrar políticamente, a pesar del uso excesivo de los recursos públicos durante todo el trayecto de la campaña electoral.
A partir de esos resultados, de esas firmas encuestadoras, se apeló al discurso agresivo y al propio presidente de la República, licenciado Danilo Medina, se le vio en un video calificar de “señoritos” a aquellos dirigentes del PLD que no defiendan con gallardía el voto peledeísta.
Ya en una arenga anterior, dirigida a los dirigentes del Comité Central del PLD, al propio presidente Medina se le vio decir que Gonzalo Castillo ganará independientemente del porcentaje que obtenga.
Se ha filtrado, además, que los expertos que asesoran al PLD sugieren la comisión de 25 delitos electorales, pero el PRM y partidos aliados están alertados y se preparan para contrarrestar irregularidades.
Simultáneamente, en ciertos medios de comunicación y en las redes sociales, se han empleado múltiples mecanismos de campaña sucia, la cual puede revertirse en contra de quien la auspicia, si el electorado no ofrece crédito a los mensajes vertidos, al considerarlos mentirosos.
Abraham Lincoln lo dijo hace muchos años: “Podrás engañar a todos durante algún tiempo; podrás engañar a alguien siempre; pero no podrás engañar siempre a todos”.
El PLD se ha valido del uso de la Procuraduría General de la República y de la fuerza pública para hacer un sospechoso allanamiento a una candidata a diputada del PRM en la Vega, la que supuestamente está vinculada a lavado de activos, en un hecho que, aun sea cierto, se observa como inoportuno, selectivo e imprudente. Además, la Constitución de la República es muy clara en su numeral 14 del Artículo 40, al establecer: “Nadie es penalmente responsable por el hecho de otro”. Mucho menos se puede pretender enlodar a toda una organización política, con una militancia millonaria y donde hay todo tipo de personas.
En círculos de opinión se considera que se trata del mismo ministerio público inoperante, indiferente y hasta proteccionista ante autores de decenas de casos comprobables de lavado de activos y de narcotráfico, siendo el más evidente el de César el Abusador, que operó a sus anchas en territorio dominicano durante más de diez años sin que los organismos supuesto a perseguir esos delitos se enteraran de sus actividades.
La campaña sucia del PLD gobernante se ha expresado al mismo tiempo con edición de fotos, de rumores y de fake News o noticia falsa, con el fin de presentar al candidato presidencial del PRM como ateo, a favor del aborto y partidario del matrimonio gay, a pesar que Luis Abinader es cristiano por convicción, formado en colegios de la iglesia católica, siempre habla de los valores de la familia y tiene una posición muy clara respecto al aborto, la que ha repetido en múltiples ocasiones.
Luis Abinader ha asumido posición con relación a esos temas controversiales y que dividen a la sociedad dominicana, inclusive a los miembros del propio PRM y de partidos aliados, donde muchos no tienen a esos aspectos como problemas.
Ningún dominicano sabe, sin embargo, lo que piensa Gonzalo Castillo sobre el aborto, los extranjeros ilegales en el país, el matrimonio gay, sus creencias religiosas y los valores familiares, a tal extremo que a la familia de Gonzalo Castillo la mayoría de la gente no la conoce. Castillo no se ha detenido a exponer durante diez minutos sus argumentos sobre esos aspectos controversiales.
Esos son temas traídos en la recta final para hacer campaña sucia, atribuible al gobierno y al partido oficial, mediante el uso de ciertos pastores que se han hecho multimillonarios durante los 20 años de corrupción e impunidad peledeísta, algunos envueltos, inclusive, en acusaciones de violaciones a niños, niñas y adolescentes.
Dirigentes del PRM descalifican moralmente a ciertos pastores evangélicos para hablar del aborto y del matrimonio gay, porque durante 20 años de corrupción pública, de impunidad y de centralización de los poderes no han formulado el menor cuestionamiento a esos males, causales fundamentales de la pobreza social que atraviesa la sociedad dominicana y de la ausencia de instituciones independientes.
De todas maneras, encuestas recientes, inclusive dos hechas entre el 28 y el 30 de junio, revelan que la campaña sucia del oficialismo se ha convertido en un bumerang y el candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno, licenciado Luis Abinader, ha aumentado entre cuatro o cinco puntos, acercándose al 60 por ciento en la intención de votos favorables.
Las elecciones para la escogencia de los legisladores, senadores y diputados, y el presidente y la vicepresidenta de la República se celebran el domingo 5 de julio, es decir, dentro de pocas horas, y todos los analistas independientes coinciden en que Luis Abinader ganará el certamen electoral por amplio margen, inclusive en la primera vuelta electoral.