Por MANASÉS SEPÚLVEDA
LA CIÉNAGA, Constanza.- Escalar el pico Duarte se ha convertido con el paso de los años en una de las aventuras ecológicas más importantes en la región del Caribe. La Secretaría de Medio Ambiente estima que en el pasado mes de enero casi dos mil personas han escalado la elevación más alta de las Antillas (3.087 metros).

La mayoría escoge la ruta de acceso de La Ciénaga, que es la ruta más corta, porque a ritmo normal uno tarda como máximo tres días; otras rutas de acceso al pico son por Sabaneta (San Juan de la Maguana), Mata Grande (San José de las Matas) y Los Rodríguez (Constanza).

El secretario de Medio Ambiente, doctor Max Puig, anunció que remodelará totalmente el centro de acogida de visitantes de La Ciénaga, para garantizar comodidad y seguridad con la ayuda de la cooperación de Alemania, con una contrapartida importante del Gobierno dominicano.

El centro de visitantes contará con equipos audiovisuales para ofrecer charlas educativas e instrucciones a los visitantes, además de una sala de conferencias.

Tendrá también un espacio para la artesanía dominicana hecha por la comunidad y se reconstruirán los puentes y además se arreglarán los senderos. Estos proyectos, según Roberto Sánchez, director de Áreas Protegidas de la Secretaría, estarían terminados en el mes de junio.

Sánchez dijo que cada año las normas que se deben observar para la ruta de acceso al pico Duarte no han variado: prohibición de bebidas alcohólicas, grupos de no más de cincuenta personas que deben ir acompañados de un guía, evitar equipos con música muy alta y la sobrecarga de los animales.

Tampoco se debe descuidar la recogida de basura, ni acampar en cualquier sitio, sino en lugares predeterminados y se limita la cantidad de animales de carga de emergencia.

El pico Duarte forma parte del sistema montañoso de la Cordillera Central que atraviesa la isla de Este a Oeste con una ligera inclinación hacia el Norte.

La Cordillera Central nace en la península de San Nicolás, en Haití, y penetra la República Dominicana por Restauración, Bánica, siguiendo hasta el pico Duarte y toma rumbo hacia el Sur para formar la Sierra de Ocoa, hasta llegar a las cercanías del mar Caribe con elevaciones de 1.500 metros sobre el nivel del mar.

En el macizo central de la cordillera están las más grandes alturas: tres pasan sobre los tres mil metros sobre el nivel del mar, y 22 picos menores que pasan los dos mil metros.

La primera medida del pico Duarte la hizo Sir Robert Schombourgk, cuyos datos sobre alturas y medidas de la isla eran los más perfectos que se conocían en el siglo pasado, y corregía con cierta exactitud mapas y cartas topográficas de la época.

Años más tarde, el explorador Erik Leonard Ekman, que dedicó su vida a la botánica, en sus mediciones científicas verificadas en la Cordillera Central atribuyó al pico Duarte una altura de 3.175 metros sobre el nivel del mar.

Eckman tenía gran experiencia en los sistemas montañosos antillanos. En el año 1914 realizó la hazaña de escalar la montaña más alta de la isla de Cuba: el pico Turquino, de 2.560 metros. En el oriente cubano este explorador recogió más de nueve mil ejemplares de plantas.

Las mediciones realizadas por Eckman sirvieron para dar base legal a la ley 1164 del 16 de septiembre de 1936, que designaba con el nombre de pico Trujillo la montaña más alta de las Antillas.

Dicha ley en sus considerandos decía: Considerando según las últimas mediciones verificadas por el Dr. Erick L. Eckman en la Cordillera Central, la montaña más alta de este macizo es la denominada La Pelona, que según la moderna geografía universal de los sabios geógrafos P. Vidal de la Bleche y C. Galbois debe ser proclamada «Reina de las Montañas Antillanas», por ser ella la más elevada del sistema orográfico de las Antillas. Considerando que la montaña La Pelona tiene dos picos de elevación diferente, uno de 3.175 metros y otro de 3.168 metros…».

Primer visitante

El 6 de julio de 1912, el pico Duarte, antigua loma Rucilla, tuvo su primer visitante: Miguel Domingo Fuertes Loren, cura español que se había radicado en el país desde el año 1909.

Al padre Fuertes la República Dominicana debe gratitud eterna por su inmensa labor en la identificación y recolección de varias especies de la flora nativa. Esa fue una de las razones principales que tuvo para ascender el pico más grande de las Antillas.

Años antes ya había escalado cumbres importantes luego de haberse ordenado sacerdote, cuando visitó Brasil, Uruguay, ocupando una cátedra en Perú, donde realizó varias expediciones a los Andes, con el fin de hacer estudios mineralógicos.

Su dedicación para la recolección de plantas fue inducida por el barón H. Von Turckheim, en cuya casa estuvo hospedado durante algún tiempo. También le enseñó a prepararlas.

Turckheim había visitado a Fuertes en el año 1909 en busca de un guía y colaborador para su proyecto de investigación. Los primeros pasos que dio el cura párroco de Barahona con el investigador le servirían para legar un trabajo que dejaría a la posteridad.