San Juan. – Políticos y líderes comunitarios de Puerto Rico pidieron este jueves a Estados Unidos eximir a este territorio de las leyes de cabotaje, a las que acusan de una falta de suministros alimentarios, agua potable y medicamentos que, dicen, ya ha costado vidas.
De acuerdo a la llamada ley Jones de 1920, Puerto Rico -un territorio estadounidense- no puede negociar con ninguna otra marina mercante que no provenga directamente del territorio continental de Estados Unidos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, suspendió por diez días la aplicación de esta norma tras el azote del huracán María el 20 de septiembre, lo que permitió que entraran a Puerto Rico provisiones de una decena de embarcaciones de bandera extranjera.
Pero el plazo expiró y, según sus detractores, la ley está interfiriendo con la ayuda extranjera en medio de la crisis humanitaria que padece la isla de 3,4 millones de personas. La senadora local Rossana López León denunció que las compañías marítimas que suplen Puerto Rico (Tote, con sede Nueva Jersey, y Crowley, con sede en Florida) seleccionan qué enseres transportar sin tener en cuenta las necesidades de los puertorriqueños.
«He estado en más de 19 pueblos y he podido palpar las necesidades que hay ante la falta de capacidad de las empresas marítimas que transportan desde Estados Unidos el 85% de los productos que consume el país», dijo la legisladora del Partido Popular Democrático (PPD) en rueda de prensa en el Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico (CAAPR).
Esto, señaló, ha causado la muerte de personas necesitadas de oxígeno y de adultos mayores que, fuera del área metropolitana de San Juan, no cuentan con los recursos para atender la carencia de productos 36 días después de la destrucción causada por el huracán María.
Acompañada por dirigentes profesionales, líderes religiosos y sindicales y activistas políticos, López León denunció que actualmente hay atascados en el puerto de Jacksonville, en el estado de la Florida, 1.500 contenedores con alimentos debido al criterio selectivo utilizado por ambos transportistas.
Además, hay varadas «miles y miles de libras de productos de primera necesidad en Brooklyn, que no podemos sacar para Puerto Rico por la falta de transporte marítimo», expresó a AFP desde Nueva York el veterano sindicalista Germán Vázquez, quien impulsa, junto al dirigente de la diáspora boricua Dennis Flores, la organización humanitaria El Grito de Sunset Park.
No hay oxígeno. Vázquez aseguró que su organización transmitió el problema a los congresistas demócratas en Washington Nydia Velázquez y José Serrano, quienes se comprometieron a intervenir en el Congreso federal a favor de Puerto Rico.
«No está llegando algo tan importante como alimentos, las góndolas en los supermercados están vacías, y la gente tiene que madrugar para conseguir agua embotellada y alimentos», dijo López León. La senadora afirmó que a la isla llega el 40% del oxígeno que se necesita, por lo que éste se destina a los hospitales. En cambio, los ciudadanos que lo requieren en sus hogares para mantenerse con vida no lo consiguen.
Las farmacéuticas estadounidenses que operan en Puerto Rico carecen de oxígeno y nitrógeno para la producción de medicamentos, añadió, una situación a la que se suma la crisis energética causada por el colapso de sistema eléctrico. López León pidió que se levanten al menos por un año las leyes de cabotaje de Estados Unidos, como paso previo para eliminar permanentemente su aplicación a Puerto Rico.
El coste de transporte con las empresas de bandera norteamericana cuestan de 3.500 a 7.000 dólares por contenedor, mientras que bajo otra enseña este costo sería de 1.500 dólares, explicó. «Trump debería mostrar voluntad de ayudar a Puerto Rico para evitar más muertes; no lo estoy exigiendo, estoy implorando», insistió.
Unas 44 personas han muerto en Puerto Rico a causa del impacto del huracán, según cifras oficiales. La prensa local da cuenta de más de 100 desaparecidos.