Planeación y ordenamiento territorial

Planeación y ordenamiento territorial

En una ocasión, creo que hace unos seis años, siendo entonces embajador en Corea del Sur, visite las oficinas de Korea Land Corporation en la ciudad de Sungnam, al suroeste de Seúl, y al entrevistarme con su presidente, me enteré que esa institución estaba en la disposición de contribuir al ordenamiento territorial de la República Dominicana mediante el uso de las más avanzadas tecnologías existentes hasta ese momento.

Más que un trabajo, sentía que era un hobby, o un entretenimiento, para mí. Me daba mucho placer buscar oportunidades de cooperación para el desarrollo de la nación dominicana.

Y así, los convencí, y lo hice saber a la Cancillería como era costumbre, del interés en convertir la República Dominicana en un hub, es decir, en un centro logístico de operaciones internacionales en el Caribe. Les había explicado la ventajosa y atractiva posición geográfica que tiene el país en la región del Caribe y les hablé de los distintos acuerdos comerciales a nivel internacional.

Pero eso, lamentablemente, no tuvo mayor repercusión.

Ahora, que la Cámara de Diputados aprobó en primera lectura el proyecto de ley de Ordenamiento Territorial, cabría que el gobierno nuevamente asumiera esa iniciativa y lograra la cooperación coreana en materia no solo de ordenamiento territorial, sino para desarrollar el país como una zona atractiva de inversión en materia de logística internacional.

Comprobé cuando visité las oficinas ahora con el nombre más completo de Korea Land Corporation and Housing Corporation(http://world.lh.or.kr/), que esa cooperación tecnica es gratuita.

Y si se abre su página web se puede ver que tiene un programa de intercambio de conocimientos (Knowledge Sharing program), y la República Dominicana firmó un acuerdo con Corea del Sur durante mi gestión para beneficiarse de las experiencias coreanas, sin costo alguno.

Ese programa de intercambio de conocimientos permite que funcionarios dominicanos puedan viajar a Corea del Sur con todos los gastos pagos, para recibir entrenamiento y formación en aquellos conocimientos que sean de interés para el país.

Específicamente, si lo que se quiere es aprender cómo mejorar y ordenar el territorio nacional, Corea del sur puede explicar su experiencia, mostrarnos su tecnología y hasta preparar a los técnicos, ministros y legisladores dominicanos para que puedan aplicar esos conocimientos en el país, sin costo alguno.

La República Dominicana bien puede aprovechar esas experiencias coreanas, como la de otros países, para que pueda definir los terrenos que son de vocación urbana, para proyectos de vivienda o inmobiliarios, o aquellos que son de carácter turístico, o aquellos que tienen vocación agricola, minera o agroindustrial.

Necesitamos de la planeación y el ordenamiento territorial. Y no es necesario inventar la rueda, si ya ella existe en otros lares; lo que tenemos que hacer es aprender a usarla y aplicarla a nuestra realidad.

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