La planta nucleoeléctrica más grande de Europa quedó aislada de la red eléctrica de Ucrania el lunes, luego de que su última línea de transmisión fue desconectada debido a un incendio causado por proyectiles de artillería, indicaron el operador de la central y el organismo de supervisión nuclear de la ONU.
El Organismo Internacional de Energía Atómica indicó que las autoridades ucranianas le informaron el lunes que la línea de reserva “fue desconectada a propósito con el fin de apagar el incendio”.
“La línea en sí no está dañada, y será reconectada una vez que el fuego haya sido extinguido”, señaló el OIEA.
Mientras tanto, el único reactor de la planta que aún está en condiciones de operar generará “la electricidad que la planta requiere para su seguridad y otras funciones”, agregó.
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Mycle Schneider, una analista independiente sobre energía nuclear afincado en Canadá, dijo que eso significaría que la central probablemente está funcionando en “modo isla”, generando electricidad sólo para sus propias operaciones.
“El modo isla es una forma muy precaria, inestable y poco confiable de proporcionar un suministro continuo de energía a una planta nuclear”, señaló Schneider.
El incidente azuzó los temores de que ocurra un posible desastre atómico en Zaporiyia, una de las 10 centrales nucleares más grandes del mundo. Los expertos dicen que sus reactores han sido diseñados para ofrecer seguridad en caso de desastres naturales y sucesos como choques de aviones, pero funcionarios de todo el mundo han exhortado a mantenerla fuera de los combates debido al riesgo de que ocurra una catástrofe.
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de atacar la planta, que está bajo control de las fuerzas del Kremlin desde marzo. Su personal ucraniano sigue operándola.
La empresa que maneja la central, Energoatom, afirmó el lunes que las fuerzas rusas han mantenido “ataques de artillería intensivos” en los alrededores de Zaporiyia en los últimos días a pesar de las advertencias. Las fuerzas armadas rusas acusaron a sus contrapartes ucranianas de escenificar “provocaciones” allí, incluyendo el envío de un dron —que fue interceptado— y el cañoneo de la ciudad adyacente de Enerhodar.
El ministro ucraniano de Energía, Herman Halushchenko, dijo en Facebook que los combates en los alrededores de la planta atómica imposibilitan reparar las líneas eléctricas dañadas, lo que pone al mundo “una vez más al borde de un desastre nuclear”.
Los inspectores del OIEA tienen previsto presentar el martes ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas un informe sobre lo que hallaron en su visita a la nucleoeléctrica. El organismo aún tiene a dos expertos en la planta después de una inspección llena de riesgos en la que su personal se vio obligado a viajar en medio de los combates la semana pasada.
El asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak elogió la decisión del OIEA de dejar a algunos expertos en la central.
“Ahora hay soldados rusos que no entienden lo que está pasando, no evalúan los riesgos correctamente”, señaló Podolyak. “Hay varios de nuestros trabajadores allí, los cuales necesitan algún tipo de protección, gente de la comunidad internacional a su lado y diciéndoles (a las fuerzas rusas): `No toquen a estas personas, déjenlas trabajar”’.
Mientras tanto, en algunos de los comentarios más contundentes de Moscú hasta la fecha en torno al impasse que mantiene con Europa Occidental sobre los suministros de energía, Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, culpó a Occidente por la suspensión del suministro de gas natural ruso a Europa.
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“No hay otras razones que pudieran causar problemas con el bombeo”, declaró Peskov.
Las sanciones a Moscú y a las compañías petroleras rusas han creado problemas en el mantenimiento del equipo, señaló, un argumento que ha sido rechazado por gobiernos e ingenieros occidentales.